Danielle Dick, de 32 años de edad, falleció luego de decidir no tratar un cáncer que le había sido diagnosticado para llevar hasta punto final la gestión de sus gemelos.
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La mujer de 32 años de edad, de Goddard, Kansas, Estados Unidos, comenzó a sufrir intensos dolores de cabeza al comienzo de su embarazo, descartó el padecimiento como efectos secundarios durante el mayor tiempo posible, hasta que el dolor debilitante la dejó incapacitada para unir una oración.
Devastadoramente, con solo 17 semanas de gestación, a Danielle le dijeron que tenía melanoma en etapa 4, y que se había extendido a su cerebro. La trágica noticia llegó apenas cinco años después de que se le dio el visto bueno para el cáncer de piel.
Los médicos le informaron a Danielle que tendría un 20 por ciento de probabilidades de sobrevivir al cáncer por otros cinco años si comenzaba a recibir radioterapia de inmediato.
Sin embargo, la madre sabía que esto mataría a sus bebés por nacer, y tomó la desgarradora decisión de rechazar el tratamiento.
Valientemente llevó a su hijo Colby y su hija Reagan todo lo lejos que pudo, dando a luz a los bebés a las 29 semanas de julio del año pasado.
Danielle y su esposo Tyler ya eran padres de su hija Taylor, nacida en 2015.
Casi inmediatamente después del nacimiento de los gemelos, Danielle comenzó un tratamiento intensivo, pero desafortunadamente falleció en el hospital de Houston el 26 de abril, 10 meses después de haber dado a luz.
Al escribir en una página de GoFundMe establecida por la familia, la hermana de Danielle, Rachel Miller, dijo: «La enfermedad leptomeníngea se diseminó más rápido de lo que nadie esperaba. Hubo tiempo suficiente para que la familia pudiera llegar a Houston y pasar tiempo con ella. Tyler estaba acostada con ella cuando ella falleció pacíficamente. Todos estamos desconsolados y devastados y no podemos imaginar una vida sin Danielle».