La prostitución es una práctica en el que algunas mujeres caen por desesperación, pero muchas otras bajo engaños y amenazas. Este es precisamente el móvil que se maneja luego del espectacular rescate de desarrollado en Perú.
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La Policía Nacional de Perú, el departamento de Investigación y Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes rescataron a un grupo de mujeres y adolescentes que eran, presuntamente, obligadas a ejercer la prostitución en establecimientos nocturnos de Lima y La Pampa, una zona de minería ilegal en Perú.
Las sospechas venían desde hace varias semanas por lo que los cuerpos de seguridad decidieron emprender un operativo encubierto con oficiales infiltrados que lograron determinar la forma cómo muchas mujeres y otras adolescentes eran obligadas a ejercer la prostitución.
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En la localidad de La Pampa también se desarrolló un operativo especial en más de diez locales nocturno llamados ‘la rumba de las conejitas’, de ahí fueron rescatadas un total de 96 mujeres, entre ellas dos venezolanas y una menor de edad.
No es la primera vez que se encuentras extranjeras ejerciendo la prostitución en la región, sobre todo venezolanas, quienes se ven en la necesidad de salir de su país que atraviesa una de las más importantes crisis sociales y económicas.
La prostitución es una práctica habitual en zonas mineras de Perú. En varias ocasiones se han presentado denuncias contra redes organizadas que envuelven bajo amenazas y manipulaciones a mujeres de todas las edades, que indefensas caen a merced de los abusadores.
“La forma de este delito ha avanzado porque tenemos delincuentes que consideran que es normal captar a una menor de edad y darle trabajo en La Rinconada (Zona minera de Perú). Consideran que la están ayudando al darle ‘trabajo’. Y por otro lado, tenemos víctimas que no se reconocen víctimas, y que cuando hay un operativo ven al fiscal y la policía como sus enemigos. Nos acusan de malograrles su fuente de trabajo. Es un asunto muy delicado. A las jóvenes ya no se les retiene en contra de su voluntad ni se les encierra. Eso ha evolucionado», explicó Guido Pilco, fiscal de trata de personas peruano.
Las mujeres rescatadas se encuentran bajo el resguardo de la Unidad Distrital de Víctimas y Testigos (Udavit) de la Fiscalía de Perú.