Tres años y nueve meses pasará tras las rejas el agresor de una menor. El abusador comenzó a ultrajar a su víctima cuando esta tenía 5 años y continuó hasta que esta tuvo diez.
Luego del juicio, el hombre ha recibido una condena reducida que ha dejado insatisfechos a la defensa y a la fiscalía, puesto que la consideran injusta.
La defensa de la menor junto a la fiscalía solicitaron una pena de entre nueve y diez años de cárcel.
En la sentencia publicada por la Audiencia de Cantabria, no se consideran los hechos como agresión sexual y se da por entendido que no hay pruebas de que la menor se resistiera.
La polémica se ha desatado luego del veredicto ya que los magistrados encargados del caso descartan que hubiese agresión sexual.
“No se ha probado que la menor opusiera resistencia física o protestara, llorara o gritara, siendo habitual que volviera a la casa del acusado toda vez que éste le hacia regalos diversos para contentarla” se puede leer en el documento.
El sentenciado se aprovechó de la amistad y confianza que tenia con la familia de la menor para cometer el atroz delito.
En reiteradas ocasiones en el texto se pone en duda de forma continua que existiera violencia física o intimidación por parte del procesado.
En la parte que más polémica despierta, se lee “una niña de 5,6,7 o más años no va voluntariamente a una casa donde su morador la pega, la agrede, la coacciona o la intimida. La niña no era llevada a la casa del procesado: iba ella sola”.