Actualidad

Prepárate para caminar sola y sin miedo [Reportaje]

El caso de las argentinas asesinadas en Montañita abrió el debate: ¿Caminar con un hombre o mejor preparada?

Marina Menegazzo y María José Coni, dos jóvenes argentinas de 21 y 22 años fueron las nuevas víctimas del machismo y la delincuencia latinoamericana.

PUBLICIDAD

Tras unos días de vacaciones en Montañita (Ecuador) las jóvenes fueron encontradas muertas, envueltas en bolsas a vista y paciencia de la gente que circulaba por el lugar. Al poco tiempo, el ecuatoriano, Segundo P. se adjudicó el asesinato, aunque la familia del hombre ha asegurado que es inocente y que ha sido presionado por personas vinculadas al narcotráfico.

Pero lo que más sorprende del caso es que no se habló de la responsabilidad de estos hombres, sino de las mujeres que “andaban solas”, sin hombres que las protegieran, que andaban sin dinero y pidieron ayuda en un rincón muy peligroso y otros motivos que han sido dados por las autoridades ecuatorianas y por la prensa latinoamericana.

Más allá del machismo que imperó en el tratamiento de esta noticia, las cifras latinoamericanas de delincuencia y violencia tampoco son positivas, especialmente con las mujeres.

Los casos más extremos son los femicidios y su antesala, la violencia intrafamiliar o doméstica. De acuerdo al último Informe Anual 2013-2014 del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, los cinco países de la región en los que se cometieron más femicidios son, en orden decreciente: Colombia (80), Perú (83), República Dominicana (71), El Salvador (46), Chile y Nicaragua (ambos con 40).

“Seis de cada diez víctimas de la delincuencia son mujeres de edades entre los 15 y 44 años”

A causa de las estadísticas, durante 2015 se han hecho diversas campañas a nivel latinoamericano para generar visibilidad y demandar acción por parte del estado respecto a la violencia de género. Una de las más conocidas fue #NiUnaMenos, una campaña viralizada a través de las redes sociales donde participaron Argentina, Chile y Uruguay.

PUBLICIDAD

El estilo delictual latinoamericano

En cuanto a la delincuencia, también somos las más afectadas. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática de Perú, seis de cada diez víctimas de la delincuencia son mujeres de edades entre los 15 y 44 años. La misma suerte que corre para los demás países de América Latina, donde los robos con violencia y hurtos son cada vez más frecuentes, incluso a la luz del día.

Por otra parte, las denuncias de abuso sexual y violaciones tampoco se detienen. Según datos del Ministerio Público de Chile, 17 personas son víctimas de violación y 34 de abusos sexuales diariamente. En total, se cometen 52 delitos de este tipo diarios, 38 de los cuales afectan a menores de edad.

A esto se suman los “nuevos delitos” que han llegado al país, como son los secuestros, el robo en buses interurbanos, las estafas telefónicas, entre otras, lo que ha sido asociado a la ola de inmigrantes que han llegado a Chile y a otras partes de Latinoamérica, lo cual produce otro fenómeno de discriminación y xenofobia.

Cristian Dona, sociólogo e investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), quien reafirma que este vínculo entre inmigrantes y aumento de delincuencia no es verdadero y que es, más bien, una respuesta a un fenómeno que ha sido más visible, ayudado también por los medios de comunicación:

No hay relación entre aumento de delincuencia e inmigración, en ningún país de mundo. En Chile, nosotros creemos que son volúmenes grandes, pero es un porcentaje menor a otros países del mundo. Lo que pasa es que esto es nuevo, es más visibles, son grupos diferentes (…) Pero si tu vas a Iquique o Calama, es parte de la cultura local.

Si bien los medios de comunicación han contribuido a que aumente el miedo y la victimización –  de acuerdo a la última encuesta de Paz Ciudadana y Adimark bajó victimización a 38%, mientras que el temor subió ocho puntos – entonces, cabe preguntarse ¿Es posible hacer algo o debemos conformarnos con el miedo?

Salimos a investigar las diferentes alternativas de autodefensa que ocupan las mujeres hoy en día y si, efectivamente, son una ayuda cuando estamos en una situación que pone en peligro nuestras vidas.

Autodefensa: Más que el uso de la fuerza bruta

sam2253660x650.jpg

Era mediodía de un sábado y mi panorama favorito no era precisamente que me dieran golpes. De hecho, esa semana en particular estaba muy estresada, con poco ánimo y sólo el hecho de imaginar “peleando” con un hombre me daban ganar de volver a casa.

Sin embargo, me puse mi traje de Jiu-Jitsu – un arte marcial japonés basados en la defensa – e inmediatamente me impregné con la cultura asiática.

Leonardo Valenzuela (34) es un hondureño que trabaja de ingeniero comercial de lunes a viernes y es profesor de Jiu Jitsu durante los fines de semana en el centro Fulcro Jiu Jitsu de su propiedad y que funciona hace algunos meses. Desde su infancia en su natal Honduras se interesó por este arte marcial que lo fue practicando durante su juventud.

Tras estudiar su profesión se vino a Chile a estudiar una especialidad y decidió radicarse en Chile, debido a las mejores oportunidades laborales y, también, por el nivel de seguridad.

sam2279660x650.jpg

Me indican que yo soy una privilegiada por vivir en “el paraíso”. De acuerdo a sus realidades en sus países, la delincuencia se palpita entre sus habitantes y es una de las razones por las cuales muchos prefieren venirse a Chile.

No muy convencida de esta opinión, accedí a que me enseñaran algunas técnicas. Lo primero que aprendí fue la postura, doblando levemente las rodillas y que la fuerza no era lo importante para zafar de una situación crítica. Tampoco era imprescindible la rapidez.

Cuando aprendí algunas palancas y ya sentía que era Uma Thurman en Kill Bill, las técnicas se fueron volviendo más complicadas pero no imposibles, considerando que no soy muy atlética y que lo mío no es precisamente la fuerza.

Sudé, me cansé, pero aprendí a salir de un momento crítico como un intento de violación, cuando te tomar con fuerza de las manos o del cuello o te sorprenden por atrás.

sam2282660x650.jpg

Si bien Leonardo admite que su objetivo es enseñar este arte milenario a las personas en general, lo cierto es que muchas mujeres lo han llamado para conocer algunas técnicas de autodefensa, a propósito también de los llamados “portonazos” – robos de autos en las entradas principales de las casas – hurtos  e incluso, violencia intrafamiliar.

Las mujeres por pura fisiología no cuentan con una fuerza bruta natural fuerte.  Un hombre físicamente casi siempre va a ser más grande en masa y más fuerte que una mujer, por lo que ante un ataque o agresión, una mujer se defiende basándose en la fuerza y golpes, lo cual no es una buena estrategia.  El Jiu-Jitsu utiliza el apalancamiento, los ángulos del cuerpo y distribución de peso que empodera a cualquier persona, mujer o hombre, a defenderse segura y efectivamente ante cualquier agresor sin importar su tamaño.  Por lo tanto, este arte marcial tiene un beneficio enorme en una mujer.

Sin embargo, ante mi pregunta si esto es suficiente para defenderse de cualquier situación, obtuve un rotundo “no”.

De acuerdo con Leonardo, esta y otras técnicas de autodefensa te permiten tener tiempo para salir de una situación crítica, escapar y pedir ayuda. Pero si hay más de dos personas, sola y te amenazan con un arma de cualquier tipo, entonces es mejor dar lo que pidan sin oponer resistencia.

Tu vida vale más que una cartera, un auto o cualquier bien material. Ya seas mujer o hombre.

Gas Pimienta y otros artefactos

Cuando vi la película “Duro de Matar II” quería tener más de esos artefactos que electrocutan a los malhechores o aquellos que habrían obrado mal en algún momento de sus vidas. Debido a esta curiosidad, decidí investigar más sobre estas máquinas y me encontré con la sorpresa de que no los vendían ya que están prohibidos.

Marco, vendedor de la tienda “Urcelay”, ubicado en pleno Paseo Bulnes donde venden también artículos de pesca y caza, me advirtió que las máquinas que buscaba no servían para nada.

Por lo general, el delincuente está bajo alguna droga o con los niveles de adrenalina muy altos, por lo que en algunos casos no hace ningún daño al victimario. Sólo se va asustar por unos segundos y no se va a deshacer tan fácilmente de su víctima. Además, esta arma puede causar daño a las víctimas si se manipula incorrectamente.

Ante esta negativa, pregunté por otros productos similares que pueden ayudar a dar tiempo a la víctima a escapar. Entre los más usados – de hecho, estaba agotado- son los spray con gas pimienta.

Son muy fáciles de usar, hay de diversos tamaños y provoca un efecto paralizante durante quince minutos en el delincuente. No provoca daños severos pero sí te da el tiempo necesario para escapar y pedir ayuda.

Otro producto disponible es el bastón retráctil, parecido a lo que utiliza la policía civil o carabineros para repeler a manifestantes o delincuentes y que también es un elemento muy pedido por las mujeres que buscan seguridad. Sólo basta con sacudirlo hacia abajo y aumenta su tamaño para golpear al victimario. Sin embargo ¿Qué pasa si el delincuente le quita a una mujer este bastón? No muy útil.

Por último, está el artículo más peligroso de todos que la pistola a balín. Debido a su peso, Marco recomienda llevar este artefacto en la guantera del auto o en la casa para amenazar a los delincuentes. Es el artículo de autodefensa más caro de todos y el menos portátil, pero debido a los portanazos que han ocurrido en la ciudad, las mujeres han adquirido más estas armas.

Ni armas ni hombres

De acuerdo a lo investigado, ningún artículo de defensa ni ningún hombre va a prevenir cien por ciento una situación que ponga en peligro la vida de una mujer.

David Rozowski ,director de la Fundación Ciudadano Seguro, ha indicado que la población que históricamente las más afectadas siempre son las mujeres y que lo importante es el autocuidado y la preparación:

Las mujeres son el foco principal de los delincuentes, no sólo por un tema físico, sino también porque muestran objetos más de valor y que son fáciles de robar como joyas, carteras, bolsos, entre otros, pero también por un factor cultural propio de Chile . El llamado siempre va a ser el autocuidado, a desprenderse de estos elementos de valor y, principalmente, no enfrentar a los delincuentes.

Ante las clases de autodefensa, artículos que evitan los robos y otros ataques, Rozowski señala que ayuda a estar mejor preparados, pero que no previene una situación peligrosa:

Tanto las clases de autodefensa como los artefactos de prevención te ayudan a estar preparado ante una situación de intenso estrés. Sin embargo, el llamado es, tanto mujeres como a hombres, a cambiar las rutinas, cambiar ciertas calles que frecuentamos, no andar con tantas cosas a la vista y siempre observar alrededor en lugares públicos, como estacionamientos o bancos.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último