En mayo pasado, las autoridades de Marruecos estaban indignadas con una nueva película realizada por el galardonado director marroquí Nabil Ayouch.
Sólo bastó que se difundieran las primeras imágenes en Internet sobre la película de Nabil para provocar conmoción en las redes sociales, llamando incluso a golpear y matar a su director y a la protagonista, Loubna Abidar.

¿Las razones de estas reacciones? El nuevo film trata la vida de cuatro prostitutas en Marruecos, en donde se muestran escenas de mujeres bailando la “danza del vientre” frente a sus clientes, se desnudan, concurren a bares a beber alcohol y hablan de sexo explícito.
Fue tal el revuelo que la delegación del Centro Cinematográfico Marroquí acudió al Festival de Cannes para ver la película y recomendó su prohibición. Finalmente, no fue exhibida ya que, según la autoridades, es denigrante para las mujeres y el país:
La obra comporta un grave ultraje a los valores morales y a la mujer marroquí, además de un atentado flagrante contra la imagen de Marruecos.
Si bien la película tuvo un dispar recibimiento en el Festival de Cannes, las polémicas no terminaron ahí. La protagonista que interpreta a una de las prostitutas, Loubna Abidar, fue agredida en Casablanca—localidad en Marruecos— tras varios meses de sufrir persecución y amenazas.
Tras esto, la actriz indicó en su página de Facebook que la policía ni el servicio de salud quisieron atenderla pese a las heridas que mostraba:
He sido agredida en Casablanca. Las clínicas no quisieron atenderme, tampoco las comisarías. Cuando fui por la noche a la prefectura de Policía, todo el mundo se reía de mí y me decía: ‘por fin han agredido a Abidar’.
Según afirmó al medio “Le Monde”, la actriz tuvo que huir hacia Francia debido a las constantes presiones y amenazas que ha sufrido a partir del personaje que interpretó en Much Loved:
Me atacan por el personaje de una película que no han visto. Está en marcha una campaña de denigración legitimada por la prohibición del filme, alimentada por los conservadores y por las redes sociales (…) En el fondo, me insultan porque soy una mujer libre.
Para Abidar, la prohibición y el revuelo que ha causado el film se debe a que Marruecos prefiere seguir negando la existencia de la prostitución en el país. Por el otro lado, la película “da voz a mujeres que nunca la tienen”.
Es mi país, lo amo, tengo allí mi vida y mi familia, pero no quiero seguir viviendo con miedo.