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Richard Prince vende fotos de Instagram de otros por 90 mil dólares

Un amable recordatorio de lo que se pone en internet no es de uno, es de todos.

Hay bastantes razones para cuidar qué ponemos en internet, y lo que se envía en lo privado, no sólo por cuidar nuestra imagen y nuestro nombre, sino también, por los derechos de nuestras obras. Bien se dice que si está en internet, se puede decir que ya no nos pertenece. Al menos no del todo.

Quizás no lo habíamos considerado mucho para esas joyas que solemos poner en Instagram, pero la verdad es que aquí también aplica con tus fabulosas creaciones para esta red social, ya sabes, esas fotografías de rincones escondidos de tu ciudad, o esos fabulosos #OOTD que te tomó horas armar, y luego buscar la locación, luz y hora del día perfectos.

Podrías estar haciendo más que ganando likes y seguidores, podrías estarle regalando tu trabajo a otros artistas, como es el caso de Richard Prince. Este artista, si podemos llamarle así, tomó screenshots de fotografías de otros usuarios de instagram y dejó en ellas el nombre de usuario donde originalmente aparecen.

Su colección “Nuevos retratos” se compone principalmente de fotografías donde aparecen mujeres, muchas de ellas en poses sexuales.

La única cosa que modificó en sus pantallazos es el espacio en los comentarios, donde puso cosas muy extrañas y sin sentido.

Estos screenshots impresos, ya están siendo subastados en 90,000 dólares cada uno, según Vulture. La peor parte: los artistas originales no dieron su permiso, no serán remunerados y probablemente muchos no están enterados, como reporta la usuaria de Instagram Doedeere:

Supongo que puedo postear esto (la foto que ilustra este artículo), ya que todos se están comunicando conmigo. Sí, mi retrato está siendo exhibido en la Galería Fieze en Nueva York. Sí, es sólo un pantallazo (no una pintura) de mi fotografía original. No, no di mi permiso y sí, el controversial Richard Prince la puso ahí de cualquier forma. Ya se vendió (me han dicho en 90,000 dólares) durante la exhibición VIP. No, no lo voy a demandar. Y no, no tengo idea cómo dio con el. #LavidaesExtraña #Artemoderno #Quierescomprarunafotodeinstagram

No es novedad que este artista se aproveche del trabajo de otros. Comenzó en los 70s, re-fotografiando los trabajos de otros artistas. Curiosamente, según el Washington Post, tuvo problemas por “sus obras”, hasta el 2008, cuando hizo fotos de la obra del fotógrafo francés Patrick Cariou, quien lo demandó.

Y aunque inicialmente ganó ante los jueces, el señor Prince hizo una apelación, que ganó porque “sus trabajos eran tranformativos”.

Un vocero de Instagram ha confirmado que las imágenes pertenecen a los usuarios que las sube a la plataforma y que las protegen dentro la comunidad, donde es posible reportar si alguien toma su trabajo. Sin embargo, fuera de ella, es responsabilidad de cada uno de sus usuarios hacer valer sus derechos.

Valiente defensa. El señor Prince, tiene su propia cuenta en esta red, que irónicamente contiene sólo una fotografía de su exposición (donde aparece Taylor Swift), más unos 11,000 seguidores. Comprobando una vez más que para todo hay un nicho.

Todo esto le debe de parecer divertido, pues ha retwitteado muchas de las críticas que le hacen a su trabajo en la red social de 140 caracteres.

El mundo del arte en la actualidad es muy raro, si me permiten decirlo. Lo que no ha cambiado es que la creatividad no es algo que se pueda comprar, y que, como decimos en México: Nadie sabe para quién trabaja.

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