Desde el estreno de Crepúsculo y las demás películas que conformaron esta exitosa saga, que no veíamos tanta emoción y locura por una novela que llegaba a la pantalla grande.
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Muchas mujeres y hombres conocían la historia de Anastasia Steele y Christian Grey hace un tiempo, y mucho antes de la película, fue el libro el que despertó las pasiones de los lectores de la novela erótica de E.L. James.
Luego de haber pasado unos días desde que la película llegó al cine, ya comienzan a surgir distintas interpretaciones del fenómeno que es “Cincuenta Sombras de Grey”.

Claro que previo a su estreno, se especulaba mucho acerca del impacto y la influencia que esta historia genera en las personas, pero una vez que ya se pudo ver la película, las perspectivas varían aún más.
Un estudio publicado por la revista científica Journal of Women’s Health exhibe una interpretación alternativa de la novela erótica: relaciones sexuales tortuosas, actitudes sicológicamente incorrectas, sometimiento de la mujer y la violencia como algo “sensual”.
La investigación hecha por los especialistas de este medio, asegura que la historia entre los protagonistas contiene muchas mentiras y visiones erradas sobre el amor y la sexualidad.

Además, se habla sobre el impacto que la novela y película pueden tener sobre algunas mujeres, las que identifican una relacion violenta, en las que se les somete, como una forma normal de ser tratadas por los hombres.
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El sitio de El Mostrador cita algunas de las interpretaciones presentes en el estudio, y explica que la distorsión sobre las relaciones es algo negativo que tiene el libro:
La investigadora principal del estudio publicado en Journal of Women’s Health advierte que el problema viene cuando la imagen que se ofrece sobre la violencia contra la mujer refuerza su aceptación en lugar de desafiarla, que es lo que está ocurriendo con las Cincuenta sombras de Grey.
Si lo pensamos de esta forma, es un poco irónico que luchemos tanto contra la discriminación de la mujer y nos alarmemos tanto ante casos de abuso y femicidios, pero que alabemos y celebremos una historia que se basa en el sometimiento de la mujer en todo sentido.

Más grave aún, es el mensaje que se le está enviando a las niñas y adolescentes, haciéndoles pensar que está bien que las relaciones sexuales incluyan dolor y que es atractivo un hombre que las controla y las “esclaviza”.
El estudio antes citado afirma que el libro muestra un abuso emocional en prácticamente todas las interacciones de la pareja, incluyendo elementos de acoso e intimidación. Ana sigue siendo una víctima, aunque tolere ese acoso. Esto debería ser más denunciable que permisible y menos aun objeto de fantasías sexuales para lectores.
La cita anterior es parte de la interpretación que El Mostrador hace de esta investigación, y coincidemente, al verlo desde esta perspectiva, todo lo que tiene que ver con “50 Shades of Grey” de repente parece que ser totalmente incorrecto.