Una agenda u organizador sigue siendo una herramienta súper útil, incluso cuando creemos que toda la tecnología nos resuelve la vida, muchas personas sufrimos de distracciones y olvidos fáciles de las cosas importantes.
PUBLICIDAD
Acabo de adquirir la respectiva agenda anual y estoy lista para que esta vez no se me escape ningún detalle. Te comparto lo que me ha funcionado:
Primero lo primero
Ten un horario semanal, o sea, ubica el horario en el que empiezas y terminas cada día. Con esto sabrás si tus actividades deben iniciar a las 8 am o a partir de las 12 pm.
Mientras vas por tu café mañanero, revisa todos los pendientes de ese día, y antes de ir a dormir anota lo que debes hacer al día siguiente.
Prioriza
Clasifica tus actividades por:
- Urgente (enviar reportes o archivos a tus jefes, pagos)
- Importante (cumpleaños, fechas especiales, agendar una cita o cancelar una reunión)
- Eventos (citas, reuniones, comidas, café con las amigas, etc.)
Anota los tiempos
Cuando agendes algo, calcula el tiempo que te va a tomar para saber en qué momento puedes iniciar la siguiente. Si no tienes idea de este dato, anótalo una primera vez para que te sirva de experiencia.
Deja espacio entre actividades
No seas tan rígido con las horas que te propongas para cada actividad. Siempre es bueno un margen de media hora entre cada cosa por aquello del tráfico o imprevistos, porque nunca faltan.
PUBLICIDAD
En caso de imprevistos
Si por algo no pudiste cumplir una actividad, recórrela y sustitúyela por una no tan importante.
Enfócate
Nunca agendes dos cosas al mismo tiempo, por menos importantes que sean. Esto disminuye tu productividad y terminarás no haciendo nada. Lo más importante es aprender a disfrutar cada momento y darle su merecido tiempo a cada actividad.
Por último, no olvides dedicar a menos una hora de tu día a algo que te ayude a relajarte, entretenerte y desconectarte de la rutina.