Ay, querido Walmart. ¿Es algo bueno que estés ofreciendo disfraces para Halloween en tallas grandes? Sí, claro que es algo bueno, eres “incluyente” y podrás subir tus ventas.
Pero el problema con tus disfraces es grande, tan grande que puede llegar a tirar por el suelo todo el buen trabajo que estás haciendo al hacer cosas de todas las tallas. Y tu gran problema está en el nombre que pusiste para esa sección: “Disfraces para mujeres gordas”.
Mujeres gordas. Así tal cual fue como se catalogaron a estos disfraces que en cualquier otro lado serían llamados como plus size, tallas grandes o de una manera mucho más sutil y elegante.
En Twitter la molestia no se hizo esperar. Esta red social es maravillosa para aumentar y encolerizar mucho más a las masas, así que a quienes manejaban la cuenta de Walmart, no les quedó otra que aceptar los cientos de comentarios que llegaban de hombres y mujeres un poco molestos por esta categorización.
Al principio, el community manager parecía no entender mucho el tono irónico de los comentarios. Pasaba algo como esto:
Un par de horas después, la compañía eliminó la cita de “disfraces para mujeres gordas” en su página web, y las respuestas dadas en Twitter cambiaron por completo:
Nadie sabe si las disculpas son genuinas, de hecho, en 140 caracteres es muy poco lo que puedes hacer, sin embargo, no es malo recordar el uso que le damos a las palabras y la mejor manera de utilizarlas.
Ellas son maravillosas, pueden crear grandes cosas, pero también destruirnos y hacernos sentir mal. Entonces, ¿cómo alguien encargado de estas cosas en una gran compañía no se da cuenta de ello?
“Gorda” es una palabra con una connotación muy grande. Se utiliza a menudo como insulto, donde quien la recibe se siente pésimo, juzgado y visibilizado como alguien poco agradable a la vista, ¿queremos que las personas que están a nuestro alrededor se sientan así de mal?
He ahí el problema con Walmart y sus disfraces. Todos queremos disfrutar Halloween, pero no sentirnos culpables de comprar un disfraz de talla grande para luego sentir culpa al comer los dulces.
