Tinder cuenta con usuarios convencidos, pero también hay quienes prefieren mantenerse al margen de la aplicación de moda para el ligue, por diferentes razones. Una de ellas, ¿cómo saber si esa persona, que parece tan interesante, es real y no un bot?
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¿Qué tan probable es que tal o cual prospecto esconda una ciberamenaza que intenta robar información personal? Después de todo, la app se basa en el contacto entre desconocidos.
El número de usuarios de Tinder va en aumento, en México, en Chile, en otros países de Latinoamérica: montones de visitas diarias, millones de nuevas parejas… es obvio que se haya vuelto tan popular. Lo cierto es que esa popularidad convierte a la aplicación en un blanco para los ciberdelincuentes, esos que buscan robar datos para obtener ganancias, mediante mensajes o perfiles falsos.

¿Qué hacer ante mensajes no deseados en Tinder?
Primero, entender cómo operan los cibercriminales, quienes se dedican a crear bots (programas robots que fingen conversaciones e incluso pueden responder preguntas de forma coherente) y luego contactan a usuarios a través de perfiles atractivos pero falsos.
Una vez que el usuario está “enganchado”, el bot lo invita a visitar sitios web que por lo general están infectados con malware, o ha descargar juegos o programas. Si el usuario acepta, corre el riesgo de comprometer su información o su equipo, y hasta de volverse víctima de la sextorsión.
De acuerdo con Symantec, éstos son algunos de los mensajes no deseados más comunes:
- Invitaciones a webcams para adultos. Se pide al usuario hacer clic en un enlace que lo direccion a un sitio web en donde puede ser víctima de robo de información, al registrar su correo electrónico u otros datos.
- Juegos y descargas de aplicaciones móviles. El usuario de Tinder recibe una invitación para una partida del juego Castle Clash y, después es bombardeado con spam. Por ejemplo: “Juega conmigo y podría darte mi número telefónico :)”
- Perfiles falsos de prostitución. Éstos son armados con fotos de personas muy atractivas que ofrecen servicios sexuales para que la víctima haga clic en un enlace con la intención de “encontrar más información y tarifas de los modelos”. De esta forma, el spammer roba información o implanta software malicioso en los equipos de la víctima.

Si eres usuario de Tinder, permanece atento a estas conductas maliciosas. Que las fotos o descripciones llamativas no te hagan actuar intempestivamente. Más vale proteger tu información y estar alerta a los mensajes que recibes de tus contactos.
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Además, puedes reportar perfiles falsos a Tinder: haz clic en el perfil del usuario, en donde encontrarás tres puntos rojos y la opción de reportar en el botón “Me parece spam“.
No se trata de que dejes de usar la aplicación, sino de que la uses con cuidado, para que los ciberdelincuentes no te tomen por sorpresa.