Ya he mencionado varias veces que uso harto la bici más bien funcionalmente. Se transformó en mi medio de transporte que permite moverme de un lugar a otro sin tener que esperar, sin arriesgarme a un asalto, a los codazos, a que esté lleno, a que no esté funcionando el sistema, etc.
Sin embargo, soy reacia a las actividades en torno a la bicicleta. Tal vez por lo mismo: la bicicleta para mí es un medio y no un fin, y aunque me gusta mucho andar en ella, me cuesta conectar con la fascinación por nombres de implementos y vestimentas o la euforia pedalera grupal masiva y para mis pecados capitales, nunca he ido al cerro el cleta. Con ella voy a hacer otras cosas como trabajar, ir a juntarme con amigos, ir a bailar o a alguna actividad como una exposición, un taller, una actividad en un parque, etc. Por necesidad he tenido que buscar opciones para aprender a arreglar mi bici yo misma, justo estaba con una amiga que iba a ir a una de las cicletadas o participé en un taller sobre un arquitecto y una de las actividades fue un bicipaseo que se hizo a Independencia, comuna del lado norte de la ciudad.
Hace algunos años, participé en un taller donde conocí a Nicolás Aguayo, un animoso chiquillo que, primero su palabra favorita es Patrimonio (Y lo podemos encontrar siempre ligado a actividades al respecto). Un tiempo después nos encontramos y me contó de un proyecto que estaban formando: Bicipaseos Patrimoniales. En este proyecto buscaban recorrer la ciudad, mirándola desde justamente, ese otro ángulo más allá de lo arquitectónico o histórico: contextualizar tanto indicando lo que fue, lo que es y lo que será cada uno de los hitos (Lugares donde se detienen a hablar sobre un lugar/persona/situación) que preparan) para el patrimonio, las problemáticas de los barrios y sobre todo las personas.
Una o dos veces al mes, este grupo de profesionales de distintas áreas humanistas, estudian y trabajan en torno a estas rutas que son todas distintas ¿Y por qué? ¿Por qué alguien quisiera “trabajar gratis” un domingo en la mañana, reunirse en la semana para preparar el contenido, etc ?
¿Y por qué no?-me responde Fernanda, la presidenta del Centro Cultural Bicipaseos Patrimoniales. Y sigue: Lo hacemos porque nos gusta, porque hemos encontrado que podemos hacer un aporte a Santiago, una ciudad llena de contradicciones y problemas pero que queremos y creemos que vale la pena mostrar. Lo hacemos porque la bicicleta nos permite andar entre 15 y 20 kilómetros en mucho menos tiempo que si fuéramos caminando. Finalmente, lo hacemos porque creemos en el proyecto, porque lo pasamos bien y porque en el camino vamos descubriendo la ciudad y nuevos amigos (as).”
Para esta ocasión, piensan hacer una actividad que según yo, tiene aún más gracia que las anteriores: La ruta se llama “La Ciudad de las mujeres” en la que quieren mostrar “una historia que está invisibilizada”. Porque claro, la historia siempre está llena de historias de grandes hombres y claro que los hubo y los hay, pero ¿Y dónde estaban las grandes mujeres? ¿Dónde estaban las que querían ser más libres o se separaban de su marido? o ¿Dónde Elena Caffarena se juntaba con otras mujeres en esos años a discutir sobre temas tan importantes como el voto femenino?
Para esta actividad que además es gratuita y familiar, debes contar con una bicicleta y llegar (sobri@ en lo posible) el domingo 23 de Marzo a la Plaza Italia a las 10:00 horas, listo y dispuesto para un paseo por la ciudad arriba de la bicicleta . Si no tienes bici, pero mueres de ganas de ir -porque según los organizadores va a ser el mejor Bicipaseo desde mayo del año pasado- puedes pedir una prestada en La Bicicleta Verde (info@labicicletaverde.com) . La actividad es este domingo y puedes encontrar el evento por Facebook , la Fanpage de la Agrupación o seguirlos por twitter. ¿Te animas?