Si existe alguien en el mundo que defienda a muerte la maravilla de internet, soy yo. Pero no puedo evitar reconocer que fenómenos como YouPorn, RedTube, y otros similares hayan causado un gran impacto en cómo concebimos las relaciones amorosas.
PUBLICIDAD
Puede que yo no pertenezca como tal a las generaciones digitales. En realidad, estoy en el límite entre lo análogo y lo digital, como lo están conmigo todos aquellos que llegan casi a los 30 pero aún no cruzan el umbral. Aún así, mi generación como la anterior, creció con pornografía como algo a lo que se podía acceder. Ya fuera por videos en Betamax o por aquellas escuetas páginas de hace 20 años de internet. ¿Recuerdan esperar 10 minutos para que se cargara una página con 3 fotos? Ah, la nostalgia del pasado. Hoy no me aguantaría ni dos segundos antes de frustrarme. Como muchos de ustedes, yo también hago parte de la generación YouPorn.
Para hacer parte de esta generación no se necesita tener una edad en específico. Se necesita en cambio, cumplir una serie de factores que definen el cómo entendemos el sexo, el amor, las relaciones y como queremos “recibirlo”. Sin duda alguna, el primer fenómeno de los YouPorneros es la necesidad de la inmediatez. Queremos sexo ya, relaciones ya, compromiso ya, que me aclaren las dudas ya, dejar de jugar, o jugar ya. No soportamos no tener el control de cuando se darán las cosas con otra persona porque el poder del clic nos ha mal acostumbrado a que lo podemos tener todo cuando nosotros lo queremos. ¿Por qué rayos tengo que esperar yo al otro? ¡Si yo tengo el poder de Grayskull!
Por ejemplo, para mí es bastante común encontrarme con que quiero comer cosas absurdas a horas imprudentes. Léase una lasagna a las 7am después de 12 horas de dormir como una morsa. Peor es cuando me provoca que la pareja de turno se encargue de conseguirla/prepararla a esas altas horas de la madrugada. Ya verán que esto puede ocasionar terceras y cuartas guerras mundiales en la cama, porque “joder, ¡sólo quiero una lasagna!”
El segundo tema sería la facilidad. Todo es demasiado fácil, o por lo menos así les gusta que sea. Está comprobado que tanto hombres como mujeres usan sus respetados smartphones para muchas más cosas que hablar de trabajo y mirar Facebook. ¿Es que no sabían que las páginas buscadoras de porno también ofrecen versión para móviles? Ah, son lo máximo. Un par de audífonos, un baño público y qué maravilla. ¡Todo es tan fácil! Desde el ipad, el Smartphone, el laptop podemos acceder al otro — sea un extraño en el porno, un juguetito de carne y hueso o un loved one — en segundos, desde cualquier lugar. Ni Jeannie lo tenía tan fácil.
Después nos sigue la fantasía. Sí, esa amiga fiel de la imaginación y los deseos que la moralidad aprendida nos ha reprimido. Sólo hace falta que alguien en el mundo lo imagine y en un par de horas estará montado en la red para satisfacer a millones. YouPorn y sus similares nos han permitido — para bien o para mal — darle rienda suelta a la imaginación. Aunque eso siempre lo hemos tenido, lo particular de la generación YouPorn es que no sólo se imagina lo que sea, sino que tiene la materialización al alcance de su mano. ¡No hay nada que no se pueda volver realidad, así sea virtual!
En definitiva la generación YouPorn recibe adeptos cada vez con mayor frecuencia. ¡Los queremos a todos! Aquí no se juzga, se recibe a todo el mundo. ¡Entre más rápido se unan mejor porque ya saben como funcionamos! Cuando menos lo piensen, se encontrarán soltando groserías porque se toparon con la fila de 10 personas para que les dieran una mesa, se cayó el internet y el sujeto que les gustaba les dijo que mejor se vieran otro día.