Esta es una historia que ha dado la vuelta al mundo. Un bebé fue rescatado de una tubería en China tras pasar varias horas atrapado en el ducto.
La madre tiene 22 años y aseguró a la policía que no se podía arriesgar a un aborto por eso escondió su embarazo. Dio a luz en el baño de su trabajo a un bebé de 2,8 kilogramos, pero al nacer se habría resbalado hacía las tuberías por el inodoro.
Según se informó a la prensa la mujer habría quedado embarazada después de una aventura de una noche el cual al enterarse no se hizo responsable. Ella no habría comentado a nadie sobre lo que le pasaba y además, aseguró que quería hacerse cargo de su hijo pero no sabía cómo.
Debido a la difusión de la noticia a nivel mundial, llegaron un sinnúmero de extranjeros interesados en adoptar al bebé y muchos más con colaboración de pañales, ropita y leche. Felizmente, el pequeño fue rescatado con algunas contusiones pero se encuentra estable.
Esta noticia no se las entrego con afán de escandalizarlas y hacer de este medio un sitio de noticias insólitas, más bien me interesa que conversemos sobre lo que está pasando en China con los embarazos. La situación en el gigante asiático está bastante complicada para las mujeres, especialmente en estos temas de natalidad.
En este país las políticas públicas no incluyen educación sexual, muchos padres tampoco realizan una labor educativa de sus hijos respecto de este asunto. Sin embargo, en China el aborto es legal y gratuito. El Estado garantiza que se practique sin riesgos para la madre. Además, se entregan -también de forma gratuita- los métodos anticonceptivos que se soliciten ya que el país se encuentra con una estricta política de control natal.
A pesar de todos estos beneficios, los jóvenes no son educados sobre sexualidad. Según comenta la socióloga Li Yinhe al Huffington Post “más de 70% de los adultos jóvenes de China han tenido relaciones sexuales antes del matrimonio, pero las escuelas chinas suelen rehuir de la educación sexual y la enseñanza sobre la anticoncepción porque los profesores no quieren dar la impresión de consentir las relaciones sexuales pre-matrimoniales”.
Nos encontramos así con un grave problema social para millones de mujeres en este país, solo basta recordar la noticia de la mujer que fue obligada a abortar a los siete meses de embarazo. Es incomprensible que a pesar de la importancia que pone el Estado en estas políticas no se eduque a los jóvenes sobre estos temas, pudiendo prevenir situaciones como esta, embarazos y abortos no deseados.