El uso de hijab o velo islámico por parte de mujeres se ha convertido en toda una lucha en el mundo actual, y es que algunos no quieren volver a verlo, mientras que son muchas las mujeres que lo defienden hasta el final. Es el caso de Fabiola Palominos quien en denunció al Estado chileno ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
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Todo comenzó el 2010 cuando la mujer de 40 años fue a cobrar un cheque en el Banco Estado y no pudo hacerlo ya que el cajero le pidió que se sacara el velo para acceder al dinero -el cual no le cubría todo el rosto sino solo cabellera y el cuello-, ella no accedió debido a que su religión no le permite ser vista en la vía pública sin él.
Frente a este hecho Palominos presentó un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones y en la Corte Suprema, perdiendo en ambas instancias, según El Mercurio por razones formales como la solicitud de acciones legales contra el banco.
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El tema es que la mujer no quedó satisfecha con las resoluciones ya que en ambas circunstancias hubo votos que apoyaron la acusación de una vulnerabilización de sus derechos, los cuales no importaron solo por temas formales, ignorando de esta manera lo que había pasado a Fabiola. Debido a esto ella -asesorada por la Fundación Pro Bono- se dirigió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La acusación ahora es contra el Estado chileno porque la “Corte rechazó el recurso porque no se pidió lo que había que pedir. Eso es denegar justicia en la práctica comentó al diario chileno Nicolás Lama, abogado que trabaja en el caso. Además la denuncia acusa al Estado de no tener un mecanismo judicial que proteja los derechos constitucionales de los ciudadanos sin tanta burocracia.
Sin duda, es todo un tema el uso de hijab en el mundo, por ejemplo en Francia está prohibido usarlo en lugares públicos pero son cientos las mujeres que se manifiestan en contra de esta ley recientemente aprobada ya que ellas son fieles a su creencia y no se lo quieren sacar. Bueno es imposible quedar bien con todos, pero sin duda lo ideal es que cada uno vea si quiere o no usarlo.