Por lo general soy bastante inquieta. Me cuesta estar en mi casa sin tener algún panorama, pero tengo que decir que estos días feriados han sido bastante terapéuticos. Me he dado cuenta lo exquisito que estar sin hacer nada. Sin preocuparse, sin pensar en trabajo, ni en problemas, solo estar haciendo lo que me gusta.
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“Dolce fair niente”, es una frase que escuché en la película “Comer, Rezar y Amar” que habla de lo exquisito y maravilloso que es aprovechar aquellos momentos a solas, donde no hay nada que hacer y donde solo te dejas llevar por tus sentidos. Tengo que decir que luego de ver esta película me dieron unas ganas incontenibles de dejar todo y mandarme a cambiar unos cuantos meses para recorrer el mundo y sentirme algo libre.
Pero como la realidad es otra y uno tiene varios compromisos que cumplir, por ahora me conformo, con un fin de semana largo, una pequeñas vacaciones o simplemente con estar todo el día metida en mi cama, haciendo una de las cosas que más me gustan, como escuchar música, leer un libro o ver una película, de esas a las que da lo mismo si es que no le pones atención. El mejor panorama de relajo total.