Pero sí, confiensen, es mil veces más fácil que tu chiquillo te regale algo a las 15 que a los 20 y algo. Obvio, antes las flores, las recordadas cartas village y uno que otro monito de peluche siempre salvaban, pero ahora, cuando tienes trabajo, es imposible no buscar algo más caro, más original y simbólico a la vez.
Ahora, ¿de qué dependerá escoger ese regalo ideal? Hablando con una compañera, me explicó que más no es sólo instinto, que los regalos a medida que tú cumples años y tu relación también, tienden a ser cosas más productivas, que románticas. “Una vez mi pololo me regaló una plancha para el pelo. No tiene nada romántico, pero la verdad es que era lo mejor que me pudo regalar en ese tiempo”, me comentaba mi amiga.
Y al final, aunque no se quiera, muchas veces el proceso de “regalar algo” pasa por elegir algo pauteado, algo que necesite tu pareja y lo haga feliz a la vez. Pero no se confundan, queridos lectores, hay veces que un beso es más importante, pero son las otras veces – y cuando se puede- que tal vez planear un regalo genial, es una aventura necesaria.
Y ustedes, ¿se complican en regalar algo o les es más importante algo simbólico?