Las balas sonaban, y fuerte. No era una zona de guerra, o quizás sí. En la ciudad de Monterrey, en México, malas cosas pasan hace un tiempo ya. El narcotráfico se ha tomado las calles, sin respetar a personas inocentes que nada tienen que ver con eso. Ni siquiera con los niños.
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A pocas semanas de haber visto como una parvularia chilena le sacaba la mugre a unos pobres niños, vemos ahora este video, de una educadora de párvulos mexicana que hace un esfuerzo sobre humano por mantener una calma absoluta y de total normalidad frente a una situación que no tenía nada normal. Un tremenda balacera justo afuera del jardín infantil.
En el video se puede ver que los niños ya están en el suelo; la profesora les dice con toda calma y cariño que pongan la carita en el suelo; mientras me imagino comenzó a grabar. Les repite que coloquen la cara en el piso que seguramente calientito no estaba y en eso comienzan las balas a sonar, muy fuerte… tanto que los niños se asustan y preguntan qué es lo que pasa. La profesora insiste en que nada y los hace cantar y ponerse boca arriba, abriendo la boca para amortiguar el sonido de las balas. Hacia el final del video, la profesora gira su teléfono y muestra lo que parece ser el impacto de las balas en la pared.
Heavy. Qué terrible que el narcotráfico se haya tomado así una ciudad completa; que no haya respeto por nadie ni nada, y que la violencia sea el pan de cada día en la vida de estos y muchos otros niños.
Por suerte quedan mujeres como las del video; que con una vocación a toda prueba, se esfuerzan día día, en las peores condiciones, para cuidar y educar a estos niños, para que ojalá nunca pasen a engrosar las listas de narcotraficantes que tan mal tienen a la ciudad de Monterrey.