Nos encantan los hombres comprometidos, ¿Qué tienen que nos llama tanto la atención? Sólo el hecho de llevar un anillo nos atrae ¿Por qué? ¿Será que solo nos gusta sufrir con relaciones imposibles o realmente vemos una oportunidad con ellos? Acá les damos las pistas de atracción que utilizan.
Primero la más importante razón, por supuesto, tienen todo eso que nosotras queríamos: una esposa, una casa y una familia. Eso nos lleva al segundo motivo, que a nosotras nos encanta pensar que podemos destruir esa estructura y que encima la repitan con nosotras, porque qué más atractivo que quedarnos con el fruto prohibido. Pobres ingenuas pensarán ellos mientras nosotras maquinamos nuestro plan malévolo.
Juramos de guata que los único malo que tienen es que se equivocaron de esposa y al mismo tiempo pensamos que son candidatos seguros a casarse de nuevo. Para ellos el ser marido es terreno conocido por lo tanto, creemos que solo hace falta que dejen a la otra (la oficial aunque no lo queramos) y se vayan con nosotras al registro civil más cercano.
Nos enamoran a primera vista porque vemos en ellos a tipos buenos, porque si fueron capaces de casarse y ser padres tanto tiempo, no puede haber otra respuesta. Pero imaginamos a esa mujer que lo convirtió en padre de familia, lo que la mayoría busca en un hombre, es una bruja y queremos liberarlo de ella de una vez para que vuelva a ser feliz, ahora con nosotras.
Además nos atrae su billetera y que pueda disfrutar esos recursos con nosotras. Otro punto importantísimo para hacer atractivo a un casado es que creemos que nosotras va a superar y resolver todas las trabas y frustraciones sexuales que tiene con ella, su mujer. Eso definitivamete le suma puntos al tipo, nos hace parecer maestras en el tema y a ellos los dejan como felices y agradecidos y eso, definitivamente, nos mata.
Otra razón para atraernos es que nos encanta imaginarnos la culpa que sienten por dejarnos hacer el papel de “la otra”: que nos banquemos sus ausencias, que lloremos por ellos el fin de semana, que nos arreglemos y finalmente no llegue… en el fondo que seamos las víctimas de la historia, porque así cuando nos vemos de nuevo están absolutamente dóciles. Y sumamos a eso el hecho de ser buenas personas, porque a pesar de que nos abandona el sábado en la tarde y el domingo todo el día, no armamos escándalos (y podríamos). Por lo mismo nos perdona todo y eso mismo es lo que nos da la pauta para otra de las razones importantes: que tenemos todo el derecho a engañarlo si quisiéramos.
Nos atraen los casados porque nos permiten arreglarnos, depilarnos, perfumarnos y ponernos con el vestido de domingo, no como ella que está siempre con olor a comida y pelo terrible. Eso nos hace sentir y creer firmemente que somos el amor de su vida y que ella fue solo y error (¿pasajero?).
Somos capaces de acompañarlos en todos sus problemas y sostenerlos, pero sabemos que no tenemos que preocuparnos de ninguno, eso le toca a ella y definitivamente le da puntos extras esa situación.Y lo otro más importante: no tenemos que pagar por nada (sería el colmo).
Y así nos seguimos preguntando por qué el hombre casado sabe más bueno, está más que claro.
