Actualidad

Amor, ¿Dónde oí esa palabra antes?

El amor en la columna de María José Viera Gallo.

La otra vez conversaba con una amiga sobre un tema cada vez más impopular entre la gente: el amor. Mientras nos enfrascábamos en un electrocardiograma de nuestros corazones, las mesas vecinas nos miraban como si estuviéramos delirando. Háblame de sexo, de espermios, de óvulos congelados, canitas al aire, pero por favor, no te pongas sentimental, parecían reclamarnos.

-Es que no ven cine francés -consolé a mi amiga mientras me seguía contando su historia.

No los culpo. Hoy en día estamos tan preocupados de mantener nuestras defensas altas que el amor suele convertirse en un veneno susceptible de bajarlas.

En una reunión social nadie te pregunta si amas a alguien, sino a quién ves. Escuchar una historia de amor ajena parece ser un sacrificio que ningún oyente está dispuesto a tener ni siquiera en las borracheras más descalibradas. Los finales felices hostigan tanto como los finales negros.

Si el amor en los 90s era paranoico, según cantaba Blur en Girls and boys; en el 2010 ni siquiera se toma el riesgo de serlo. Es como si no existiera. Basta ver a Lady Gaga. La ítaloamericana de Brooklyn debe hacer muchas cosas con los hombres, excepto perder el tiempo en amarlos.

Pese a Lady Gaga y el cinismo lúdico que tiñe nuestra cultura pop, me atrevo a anticipar que la era post-romántica en la que vivimos está empezando su declive. Pronto todo el mundo va a leer Lord Byron tirado en el pasto. Los hombres van a sufrir como el frágil Joseph Gordon Leavitt de“500 días con ella”. Y los treintañeros van a escuchar canciones tristes sin sentirse culpables.

Mi amiga, que carga varias responsabilidades en sus hombros-un trabajo, un hijo, un departamento que pagar- me decía que echaba de menos poder pasar un domingo entero encerrada en su pieza, intoxicándose con Morrisey.

-Eres libre de hacerlo- le dije-. Al menos nadie te ve.

Lo hizo.

La mala noticia es que su hijo pre-adolescente la tildó de adolescente. La buena, es que rejuveneció 10 años.

-Estas enamorada! Eso es lo importante -le dije.

-Sí, lo amo.

-No es lo mismo.

-No?

El resto de nuestra comida discutimos sobre las diferencias entre estar enamorado y amar. El enamoramiento es algo nuevo, que sorprende sin que lo controles; el amor es el enamoramiento en su fase en desarrollo, estabilizado en un afecto profundo.

-Romeo y Julieta sólo estuvieron enamorados-dije. Nadie sabe si en el futuro se hubieran amado.

Ahora que lleva varios meses con su enamorado, mi amiga teme que su enamoramiento desaparezca con el tiempo y se convierta en amor. Su anterior fracaso matrimonial le ha enseñado que las estadísticas no mienten: la mayoría de las relaciones terminan al cabo de cuatro o cinco años. En Chile por primera vez el número de divorcios esta superando el de los matrimonios.

-Trabajar una relación –especialmente cuando ser single a los treinta y tanto no es visto como un fracaso, sino como un plus- es lo que hace la gente cuando ya no se ama- alega y con razón.

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último