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¿Puede el feminismo derrotar a Donald Trump?

Cuatro testimonios de acoso sexual ponen en vilo la carrera política del empresario norteamericano.

“Cuando eres una estrella, ellas te dejan hacerles cualquier cosa”, comenta sobre las mujeres Donald Trump en una grabación que data de 2005, cuando el actual candidato a la presidencia de EE.UU. viajaba en un autobús camino a unos estudios de televisión.

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Famoso por su fanfarronería, el pasado de Trump ha regresado para condenarlo. Como dicen: “por la boca muere el pez” y este es un claro ejemplo de ello.

Durante los últimos meses, el mundo ha observado con preocupación el avance de la campaña presidencial del empresario. Al inicio, la mayoría pensó que se trataba de una broma pero con el pasar de las semanas lo tomaron más en serio y hasta se convirtió en una opción real para muchos norteamericanos.

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Hoy, a poco más de un mes de la elección, una serie de comentarios y actos sexistas perturban su candidatura al punto que varios políticos republicanos (partido al cual representa) le han quitado el apoyo. Hace unos días salieron a la luz varios testimonios de mujeres que aseguran haber sido acosadas sexualmente por Trump.

The New York Times publicó una nota con la historia de Jessica Leeds (74 años) denunciando que hace 30 años habría coincidido con el magnate cerca del baño de un avión mientras viajaba a New York y que él la manoseó sin su permiso. “Era como un pulpo, sus manos estaban en todas partes. Fue un asalto”, comentó la mujer. En la misma publicación, aparece la situación que habría vivido Rachel Crooks, ex recepcionista de una empresa en la Torre Trump en Manhattan en 2005. Ella tenía 22 años cuando conoció al actual candidato, le estrechó la mano para saludar pero inmediatamente el empresario comenzó a besarla en la cara y luego “directamente en la boca”. “Fue totalmente inapropiado. Me molestó tanto que pensara que yo era tan insignificante que podía hacerlo”, agregó Crooks. ¿Bien asqueroso todo no?

Y no se queda solo en estas historias, ahora la CBS sacó un nuevo video de 1992 donde aparece Trump, quien tenía 46 años para ese entonces, en la navidad de ese año junto a unas niñas en plena fiesta donde invita a una a subir la escalera mecánica y luego mira la cámara y dice: “En diez años estaré saliendo con ella. ¿Lo puedes creer?”.

Hoy mismo apareció un nuevo caso, la periodista de la revista People, Natasha Stoynoff asegura que en 2005 Melania Trump estaba embarazada y la pareja celebraba su primer aniversario. La reportera viajó a Florida para entrevistarlos y en un momento en que la esposa del empresario salió de la habitación a cambiarse de ropa para la sesión de fotos, el hombre se le abalanzó y le metió la lengua hasta la garganta. La periodista agrega que pasaron unos minutos y entró Melania: “En ese instante Donald volvió a modo marido cariñoso, como si nada hubiera sucedido”.

Y así, suma y sigue. Según él como es famoso puede hacer lo que quiera con las mujeres, como darles besos en la boca o manosearlas lo que describe en realidad como “Agarrarlas por el coño”.

Es tan asqueroso todo lo que ha salido últimamente que, de verdad, estamos impactados con el bajo nivel de este hombre que por muy millonario que sea, no tiene educación ni conciencia sobre el sexismo y machismo ni los daños que estos le han provocado a la sociedad.

Entonces, me pregunto, ¿es posible que el auge del feminismo en el mundo occidental se anote un nuevo éxito haciendo que la campaña de Trump se vaya directo al tacho de la basura?

Si esto hubiese ocurrido en los 90′ habría sido un escándalo también, pero no creo que con este impacto valórico. Hoy sus comentarios dan profundamente en la conciencia, ya que evidentemente se ha construido una en torno a las cuestiones de género.

Mujeres y también hombres poderosos han declarado en contra de estos dichos quitando su apoyo a la campaña. Los medios de todo el mundo lo cuestionan y se han cuadrado para develar diversas historias sobre los abusos que Trump ha realizado a mujeres a lo largo de su vida, a las mismas que ha amenazado y vulnerado. Los voceros del candidato han salido a desmentir todos los testimonios, pero creo que su figura ya se pudrió.

Lo interesante es que ni su racismo crónico, ni su obsesión por el dinero lograron desacreditarlo, sino que fue su machismo lo que probablemente destruirá su carrera política. Esto es un gran éxito en la cruzada feminista que tantas mujeres y hombres han desarrollado a lo largo de la historia para ver como en este caso emblemático se demuestra que la educación y la constante exigencia de respecto pueden triunfar. ¡Que así sea!

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