Cada mes cuando a las mujeres les llega su periodo menstrual sufren de las incomodidades y dolencias que implica el proceso. Algunas más que otras experimentan malestares insoportables que pueden llegar a inmovilizarlas.
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No sólo se altera el estado de ánimo, sino que también se padecen de dolores físicos. Espasmos como si fueran contracciones de un parto y que incluso podrían ser tan fuertes como un ataque al corazón. Esto según un artículo de The Telegraph.
Por si fuera poco, la menstruación también se hace notar en el plano laboral. Pues andan más sensibles y dichos dolores pueden afectar el rendimiento en el trabajo.
No queda otra que aguantarse para no quedar como lloronas sobre todo si se tiene a un hombre como jefe que no va a entender lo que experimenta el cuerpo femenino.
La solución podría ser pedirse un día libre, pero muchas por vergüenza o por no quedar como flojas no lo hacen y prefieren apaciguar el dolor con analgésicos, bolsas de agua caliente, agua de manzanilla y con lo que se les ocurra.
Sin embargo, tomarse legalmente un día de descanso ya es una realidad en algunos países como Japón, Taiwán, Corea del Sur, Indonesia y algunas provincias de China como Hubei y Hainan, siendo Anhui la última en sumarse a esta medida según el sitio China.org.
Las mujeres podrán disponer de hasta dos días de descanso a partir del 1 de marzo cuando entre en vigor y la condición es mostrar un certificado firmado por algún instituto médico legal o un hospital.
Esta buena noticia no quedó exenta de controversia en el país porque algunos creen que muchas mujeres se aprovecharán de la medida haciendo valer su género e incluso podría aumentar la brecha entre hombres y mujeres en el terreno laboral.
Puede que a algunos jefes les termine molestando la solicitud de días libres cada mes y hasta podría llegar a influir a la hora de contratar a mujeres.
Sea como sea, siempre va a existir alguien que no esté de acuerdo y alguien que se aproveche del beneficio, pero lo cierto es que igualmente es un avance para hacer entender de una vez por todas que las mujeres sí sufren (en distintos grados) con la menstruación.
