A pesar de la visibilización de la desigualdad económica y de los esfuerzos que se han realizado por cambiar esta problemática, la brecha salarial aún se mantiene entre los hombres y mujeres en el mundo laboral.
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Según el último informe de Desarrollo Humano 2015 de la Organización de las Naciones Unidas, las mujeres ganan actualmente un 24% menos que los hombres en el mismo cargo. Además, ocupan 1 de cada 4 puestos administrativos y directivos, siendo que son el 52% de la fuerza laboral total.
El estudio indicó que el 32% de las empresas no tiene a ninguna mujer entre sus cargos directivos superiores, y que tan sólo ocupan el 22% de los escaños de los parlamentos nacionales.
El informe titulado “Trabajo al servicio del Desarrollo Humano”, indica también que la diferencia se evidencia en términos de trabajo no remunerado o del hogar, siendo las mujeres, nuevamente, quienes realizan mayores horas de labores que no reciben remuneraciones.
Dado que las mujeres asumen el cuidado de los miembros de la familia, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) advierte de que que estas desigualdades se intensifiquen a medida de que la población envejezca.
Ante esta situación, la administradora del PNUD, Helen Clark, indicó que se necesitan nuevas políticas de trabajo que apunten a la igualdad económica y de condiciones:
La sociedad necesita nuevas políticas con paridad salarial y permisos parentales remunerados para que disminuya la actual desigualdad.
Si bien la desigualdad salarial es un problema grave de la sociedad, lo que más preocupa es el índice de pobreza de las mujeres en el mundo; el estudio indica que 830 millones de trabajadores pobres en el mundo que viven con menos de 2 dólares al día.
El estudio realizado por la ONU llama a los gobiernos, empresas y actores sociales a abordar estrategias orientadas a crear oportunidades de trabajo y garantizar el bienestar de todos los trabajadores.