Si aún no han oído hablar de esta pequeña polémica, les contamos un poco de qué se trata. Bueno, la llamamos pequeña porque en realidad no trasciende más allá del hecho, pero hay que admitir que esta vez, Kylie Jenner se equivocó.
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Está bien; es una joven muy, muy famosa que quiere llamar la atención a toda costa. Nos imaginamos que debe ser complicado lidiar con la exposición que tanto ella como su hermana Kendall tuvieron desde pequeña gracias a Keeping Up With The Kardashians.
Pero, a pesar de esto, Kylie ya no es una niña y se supone —sí, se supone— que debería saber que hacer una sesión de fotos en la que aparece posando en una silla de ruedas no es una ocurrencia muy acertada.
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Apenas se publicó el adelanto de las imágenes de la sesión de la menor de las Kardashian para la revista Interview, pasó lo inevitable: las redes sociales se prendieron inmediatamente.
Entendemos que hay que ser rupturista para llamar la atención, pero caer en el mal gusto y la falta de respeto hacia la situación de otros, nunca debería ser avalado, ni siquiera por los editores o publicaciones de moda más irreverentes.
En la portada, se exhibe la declaración que Kylie dio para la revista. Se refiere a sus inseguridades, a las personas que le hacen malos comentarios y a sus temores.
Lo de la silla de ruedas es una especie de metáfora, lo entendemos, pero aún así seguimos pensando que es un recurso arbitrario y ofensivo. La entrevista y lo que se ha adelantado al respecto, es otro tema.
Como se detalla en Nylon Magazine, todo es un poco contradictorio; Kylie dice que si le dieran la oportunidad de elegir qué hacer con su vida, no usaría maquillaje, porque odia hacerlo. ¿Cómo? Pero si hace unos días fue ella misma la que anunció que su línea de lápices labiales era un éxito.
Bueno, y para qué hablar del exceso de Photoshop.