Hablemos con la verdad: es difícil cambiar los hábitos de un día para otro. Se llaman hábitos porque son conductas aprendidas que responden a algún tipo de necesidad física o emocional, y a veces están tan arraigados, que sentimos que perderíamos nuestra identidad sin ellos.
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Si asociamos nuestra identidad o estilo de vida a los hábitos que son positivos para nosotros, no es necesario cambiarlos. El problema son los malos hábitos; esos que siempre van a impactar tu salud y que te quitarán vitalidad o energía.
Los hábitos pueden ser acciones o pensamientos. Quizás tienes el hábito de pensar demasiado las cosas, de analizar cada detalle y de interpretarlo de forma negativa.
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Los pensamientos y las emociones nos pueden dejar sin energía, simplemente porque todo lo que pasa en nuestra mente se conecta con el cuerpo. Cuando guardamos las emociones, nuestro cuerpo busca vías para expresarlas, de ahí viene la tensión y el estrés. ¿Qué te quita vitalidad?
Ignorar molestias o dolores
La mayoría de nosotros tenemos vidas ajetreadas, con mucho trabajo y poco descanso. Sin embargo, mientras más postergues ese dolor o molestia que sientes, en poco tiempo el cuerpo te pasará la cuenta. Escucha a tu cuerpo, préstale atención y cuídalo. Si no estás sana, no vas a poder hacer tu vida normal.
Negativismo y pesimismo
Los humanos somos seres vivos, igual que las plantas o los animales. Como estamos vivos, estamos hechos de energía y cuando hay algo que la bloquea, tu vitalidad va a bajar de inmediato. Ser negativo o pesimista sólo va a contribuir a tu propia infelicidad.
No salirte de la rutina
La rutina diaria es necesaria hasta cierto punto, luego hay que desecharla. Si tienes que trabajar y tienes horarios determinados, obviamente estarás ligado a la rutina, pero eso no quiere decir que no puedas hacer cosas.
No estar consciente de tu cuerpo y del entorno
Recuerda que no eres una máquina y que si fallas no se va a acabar el mundo. Tómate el tiempo para observar tu cuerpo, para sentir lo que pasa en su interior y también, lo que tienes a tu alrededor. Observa, vive en el presente. ¡Estás vivo!