Últimamente, varias actrices, productoras y directoras de Hollywood han decidido sacar el velo que separa al glamour de la realidad en torno al sexismo y las malas prácticas en la industria cinematográfica.
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Lamentablemente, cuando vemos una película, estamos presenciando el resultado y no el proceso, y es ahí donde muchas mujeres deben anteponerse a las ofensas o discriminaciones sólo por el hecho de ser mujeres.
La productora Mynette Louie ha experimentado en carne propia lo que muchas mujeres deben enfrentar día a día en Hollywood, y en un artículo de Vulture, exhibe casos específicos en los que se refleja el sexismo y las malas prácticas hacia las mujeres en esta industria que mueve millones y millones de dólares anualmente.
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Según Louie, ganadora de un Independent Spirit Piaget Producers Award y presidenta de GameChanger Films, las mujeres enfrentan diferentes tipos de discriminación; están las más evidentes como el sexismo o el acoso, y también, las “microagresiones” que lo único que hacen es frenar y dificultar su trabajo.
Uno de los ejemplos más típicos es el que Mynette Louie llamó “la barrera de la niñera”. Son casos en que las mujeres sienten que sus colegas masculinos no confían en su trabajo y tienen que “cuidar” lo que hacen para que “funcione bien”.
Louie comenta también sobre el sexismo en torno a su rol de madre y la crítica al hecho de “dejar solos a sus hijos para dirigir una película”, algo totalmente retrógrado e injustificado.
Otro tema que se repite constantemente es el del ego de los mismos directores y su deseo de trabajar con personas que son similares a ellos, lo que obviamente descarta a las mujeres inmediatamente, sólo porque no son hombres como ellos.
Esta productora señala que este tipo de prácticas son clásicas en Hollywood y que, de hecho, los mismos profesores y académicos de las escuelas de cine más prestigiosas hacen esa diferencia sutil pero poderosa entre hombres y mujeres desde su formación como profesionales.
Las mujeres que trabajan en Hollywood aguantan que se les trate de “cariño” o “corazón” en vez de “jefas” y si son duras o estrictas, se les critica porque se supone que ser mujer se asocia a “ser más suaves”.
Como el porcentaje de mujeres que trabajan en Hollywood como directoras o productoras es tan bajo, las demás personas en la industria tienen bajas expectativas cuando nos conocen.
Mynette Louie también declara que no existe mucha solidaridad en la industria cinematográfica, y de hecho, las mujeres que han llegado a alcanzar el éxito han adoptado una actitud dura, ya que para llegar al lugar en que están, han debido enfrentar ofensas y menosprecios constantes.