Imagínate esto: estás de paseo por el centro comercial junto a tu hermana de 13 años. Mientras caminas junto a ella, notas que hay una mujer muy sofisticada observándola, y momentos más tarde, esa misma mujer se acerca y le pregunta a tu hermana si quiere ser modelo.
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¿Cómo? ¿Tu hermana que aún consideras una niña podría salir en la portada de una revista en traje de baño? Por más sorprendente que sea, así es la dinámica en la industria de la moda.
Reclutar a niñas como modelos no es algo novedoso; desde que se instauró el ideal de belleza delgado y escaso de curvas, las agencias de modelaje han puesto el ojo en chicas que cumplen con todos los requisitos para subirse a una pasarela, excepto, la edad.
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Ustedes podrían preguntarse cuál es el problema en esto. Si se mira el lado “positivo”, las chicas pueden ganar dinero por sus propios medios, asegurar su educación o construir una carrera exitosa que durará algunos años (no muchos).
Si dejamos de lado todo esto, creo que el problema está justo frente a nuestros ojos: la misma ropa que queremos comprar y usar, está siendo exhibida o publicitada por niñas, no mujeres.
¿Mujeres atrapadas en cuerpos de niña?
Tal como se expone en un reportaje de The New York Times al respecto, la tónica en las casas de moda más prestigiosas del mundo es así. Los diseñadores eligen a chicas de 13, 14 o 15 años para que sean las estrellas de sus desfiles o campañas.
¿Es normal querer usar un vestido que hace dos días fue modelado por una niña que quizás tuvo su primera menstruación hace apenas un año? Es normal que te guste el vestido, lo anormal es que las marcas piensen que esto inspirará a las mujeres a sentirse lindas y cómodas en ese vestido.
Basta ver las contrataciones más recientes de agencias y marcas prestigiosas; Lily-Rose Depp (16) para la nueva línea de anteojos de Chanel, Kaia Gerber (13) en Vogue Italia y Sofía Mechetner (14) como la nueva musa de Dior.
Creo que ésta, es en parte, una de las razones de por qué tantas niñas y mujeres están tan frustradas con su propio cuerpo e imagen. Ver a chicas con cuerpo de niña, como Alexa Chung y Olivia Palermo, como íconos de moda e “ideales a seguir”, puede ser un poco confuso.
¿Cuál es el criterio que utilizan las marcas al contratar a niñas para representarlas? No creo que lo usen. La idea es vender un producto, mostrarlo en cuerpos sin evidencias del paso del tiempo, exhibir maquillaje en pieles en las que ni siquiera han alcanzado a salir las imperfecciones propias de la pubertad o de la adolescencia.
Si eso es criterio, es uno muy equivocado. Si las casas de moda insisten en contratar modelos menores de edad, ¿por qué no califican sus colecciones como ropa para menores de edad?
Suponiendo que el próximo objetivo de las marcas de moda no sea contratar a niñas de siete años, espero que este patrón se revierta. Hay tantas mujeres bellas y maduras que podrían lucir esas prendas; mujeres, no niñas.