Ellos escribieron las bases de la tecnología, ahora les corresponde escribir las bases de la cultura verde en su sector. De acuerdo con Greenpeace, Apple, Facebook y Google, si bien han hecho un gran esfuerzo por mudarse hacia la tecnología verde, aún tienen mucho por hacer.
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Un peor panorama les pinta a otras empresas que, pioneras en su actividad, no lo son en operaciones verdes como Amazon e eBay. Ser verde es difícil, pero aquellos que tienen todo a su alcance son los que deben impulsar un negocio sustentable por el futuro del planeta.
Ser respetuoso con el medio ambiente es importante para la imagen de estas empresas — para acabar con toda esa mala publicidad no bastará con grandes campañas de comunicación. Estas empresas deben involucrarse en la política y ayudar a la búsqueda de legislaciones para encontrar soluciones de energía limpia.
Los 3 gigantes de la tecnología han hecho grandes cambios en sus operaciones. Desde las nuevas oficinas y centro de datos impulsado con energía solar de Apple, la inversión de Google en energía solar, el cambio hacia operaciones verdes se ve impedido por las prácticas monopólicas de algunas empresas.
Microsoft, por ejemplo, ha reducido su huella ecológica y construido una internet más verde a través de la nube, pero no se ha ocupado de la generación de energía renovable tanto como Google. Pese a estos esfuerzos, satisfacer la demanda de almacenamiento de datos sin recurrir a una mayor cantidad de combustibles fósiles, no será tarea fácil.
Para el año 2020, el 80% de la población adulta estará conectada a Internet y los dispositivos conectados a ella será del doble de la población mundial en 2018. Hay un incremento visible en la necesidad de almacenamiento de datos que no concuerdan con las facilidades que brindan algunos gobiernos para hacerlo sustentable.
En Carolina del Norte es ilegal comprar energía renovable a un tercero y la energía la domina el monopolio Duke Energy. Ahora el gobierno pretende cambiar la legislación para atraer el mercado de los centros de datos, pero es algo que tardará en pasar si estas empresas no presionan para que haya mejores leyes y oportunidades de invertir y operar con energía limpia.
Las grandes empresas de tecnología han empezado a entender las ventajas de la energía limpia y los muchos niveles en los que se benefician, pero aún tienen un camino largo que recorrer en el mundo para conseguir operaciones con bajo impacto ambiental.
