¿Cuántas veces nos ha pasado que, en vez de hacer lo que teníamos que hacer, miramos a la pared y pensamos en cualquier cosa menos en lo que deberíamos? Por más que no queramos, hay momentos en que la concentración nos abandona y es un poco difícil recuperarla.
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Según un estudio hecho por investigadores de la Northern Arizona University y publicado en el diario de salud NeuroRegulation, hay una solución muy efectiva para todos esos problemas y para nuestra suerte, es deliciosa.
Los autores de este estudio quisieron saber cuál es el impacto que tiene el chocolate en el cerebro, y más específicamente, el chocolate negro o amargo. Según las pruebas que realizaron, pudieron determinar que este tipo de chocolate puede ayudar a la concentración y a la capacidad de alerta del cerebro.
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Para determinar esto, se reunió a 122 participantes (18-25 años) y se les dio seis distintas opciones de chocolate para comer. Según un artículo de Bustle, mientras las personas comían cada tipo de chocolate, se les hacía exámenes médicos para comprobar el impacto de cada uno.
Las personas que comieron chocolate amargo, registraron una actividad cerebral distinta; sus cerebros estaban más alerta en comparación a los de las personas que comieron chocolate con menos cacao y más azúcar.
También se notificaron mejorías en la presión arterial, por lo que el chocolate amargo también puede ser un muy buen aliado a la hora de cuidar la salud del corazón.