Un cuarto de los casos de abuso no se terminan a causa de las mascotas

Si conocen el ciclo de abuso, o lo han vivido, saben bien que estas no se acaban hasta que la víctima pone un alto. En muchos casos de abuso doméstico eso significa sólo una cosa: irse. El pasado septiembre, muchas mujeres compartieron en Twitter, con el hashtag #WhyIStayed, sus razones para quedarse en relaciones abusivas. Y claro, hubieron los clásicos: la vergüenza, la religión, la baja autoestima, las constantes promesas de cambio por parte del abusador, etc. Aunque de esas no hay gran cosa que no hayamos escuchado antes, hubo una que sobresalió y nos impactó: el probable abuso a las mascotas.

Humane Society estima que:

Al menos un tercio de las víctimas de violencia doméstica han prolongado su estadía en relaciones abusivas por sus mascotas y que hasta un 25% han regresado a una relación abusiva por su perro, gato u otro animal de compañía.

Aunque Mic habla de que un 14% de los refugios tienen capacidad para albergar mascotas, esto es sólo en Estados Unidos. En México, de acuerdo a lo que dice la Red Nacional de Refugios (en su página y número de atención), es que estos no aceptan mascotas.

Por supuesto, tiene lógica: lo principal es la seguridad de las mujeres y sus hijos. Sin embargo, esto deja a las personas con mascota en una situación desprotegida: ¿Qué podría hacerle a mi perro/gato si me voy? Si una persona puede fácilmente irse a los golpes contra otra, ¿Qué no podría hacerle a un animalito indefenso? El abuso humano y el maltrato animal están estrechamente relacionados.

Según National Link Coallition:

Un 71% de las víctimas de abuso reportaron que sus parejas mataron, maltrataron o amenazaron a sus animales para demostrar autoridad.

Aunque se han hecho muchas mejoras en cuanto a las leyes que protegen a las mascotas (En México y en el mundo), este es un punto ciego que debe tratarse pronto: los refugios que no tienen capacidad de atender a mascotas, al menos temporalmente, no podrán ayudar de la mejor manera a casi un tercio de las víctimas.

Definitivamente, necesitamos a más Elle Woods en el mundo.