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Mujeres en el fútbol, un clásico que toma fuerza en Chile

Cada día son más las mujeres que se atreven a jugar fútbol y plantarse en la cancha para plasmar la intensa pasión que sienten por este deporte.

El fútbol desata pasiones. Quien ama este deporte, da todo por él y hace todo lo posible para vivirlo con intensidad, sea desde dentro o fuera de la cancha.

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Desde que se comenzó a jugar oficialmente en 1863, año en que se fundó La Asociación de Fútbol en Inglaterra, se empezó a trazar un camino que incluyó triunfos, derrotas, polémicas, alegrías y rivalidades.

Por esos años, la posibilidad de que las mujeres jugaran fútbol en las mismas condiciones competitivas y deportivas que los hombres era sumamente lejano.

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Gracias a la valentía y agallas de mujeres como Nettie Honeyball,  una activista acérrima de los derechos de la mujer y fundadora del primer club deportivo para mujeres en Inglaterra llamado “British Ladies Football Club“, se ha logrado construir el camino al fútbol femenino, a pesar de las dificultades.

Fernanda Araya, capitana del equipo femenino de la Universidad de Chile y  Camila Saez, quien juega de central en Colo-Colo, saben que si es que hay pasión por el fútbol, hay que jugarlo y vivirlo.

A pesar de que las dos son seleccionadas nacionales, el día a día lo juegan en clubes que siempre han sido considerado rivales en la cancha. Este sábado, de hecho, se juega el Súperclásico masculino entre la U. de Chile y Colo-Colo, y los fanáticos, sin importar el género, irán a hinchar por su equipo al estadio.

Dejando de lado lo que dicta la  historia futbolística entre los dos planteles, Camila y Fernanda coindicen en que seguir una carrera en el fútbol femenino en Chile es difícil, pero no imposible. Camila, central de Colo-Colo, plantea que:

El fútbol femenino va en vías de desarrollo, pero la falta de recursos y apoyo hacen que todo se estanque y no se pueda surgir. Espero que, algún día, el fútbol femenino sea visto de mejor forma por todas las personas de Chile y el mundo.

Fernanda Araya de U. de Chile, está de acuerdo con que construir una carrera profesional en el fútbol femenino en Chile no es fácil, pero que siempre hay oportunidades y hay que aprovecharlas.

Una niña que ama el fútbol, y lo juega

Se podría decir que Fernanda Araya y Camila Saez nacieron prácticamente, con el balón en los pies. Las dos aman el fútbol desde que tienen uso de razón y nunca se han alejado de este deporte.

Fernanda le pedía a su madre que la llevara al estadio a ver los partidos de la Universidad de Chile, equipo del que toda su familia es fanática y en el que ahora, ella tiene la oportunidad de representar en la cancha.

Cuando era chica, iba siempre con mi familia al estadio. A todos nos gusta el fútbol; primas, primos, tías y tíos, todos siempre hinchando por la “U”. Ahora me toca a mí devolverles la mano, así que los llevo yo al estadio para que me vean jugar, y también para los partidos de la U. de Chile.

Al contrario de Fernanda, Camila asegura que para ella no fue fácil. Al principio, su familia no la apoyó, porque tenían la visión de que el fútbol era un deporte para hombres, pero a medida que fue pasando el tiempo y que la vieron jugar, cambiaron su visión:

Estoy feliz porque puedo jugar en el club de mis amores (Colo-Colo), y gracias al fútbol, puedo estudiar en una universidad prácticamente gratis por las becas. Ahora me apoyan en un 100% porque se dieron cuenta de que es lo que a mí me gusta y me hace feliz.

Los avances en ese sentido son valorables. Al contrario de lo que ocurría hace años atrás, las mujeres que quieren jugar fútbol de manera seria y constante, tienen puertas que tocar y si se abren, existe la posibilidad de poder jugar profesionalmente, pero más en el extranjero que en Chile.

Esto es una señal de lo que pasa en nuestro país y, en Latinoamérica en general, con el fútbol femenino. Las oportunidades y la visión de que la mujer juegue fútbol ha evolucionado, y cuando resulta, funciona bien.

 No más estereotipos

Cada vez son más las mujeres que dejan de lado la opinión o creencias de los demás, y siguen su sueño de jugar fútbol en escuelas o clubes importantes.

Para algunas personas, una mujer que juega fútbol se expone a que la estereotipen, pero para una sociedad moderna en la que vivimos, este tipo de conceptos deberían estar más que desterrados del inconsciente colectivo.

Tanto Fernanda Araya como Camila Saez consideran que los estereotipos sobre las mujeres que juegan fútbol ya están quedando en el pasado. La capitana de la Universidad de Chile, piensa que las diferencias son cada vez más difusas:

Sigue habiendo machismo y lo más probable es que eso se mantenga por un par de años o más, pero de a poco se ha ido evolucionando. En cada campeonato o partido, se va demostrando cada vez más que el futbolista es un deportista, y que no importa su género.

Claro que aún hay visiones machistas al respecto, pero las dos creen que para los hombres, es cada vez más natural ver a mujeres jugando fútbol y que ya no es algo que genere debates o discusiones al respecto.

En lo que sí aún estamos en deuda, es en la proyección que tienen las mujeres para desarrollar una carrera profesional en el fútbol localmente.

La mayoría de las oportunidades para proyectarse a corto o mediano plazo, están en países como Estados Unidos o Inglaterra, lugares en que el fútbol femenino ha dado pasos más grandes que en otros países.

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