No importa cuantas horas pasen desde que comienza el trabajo de parto hasta que el bebé nace, una madre siempre quedará exhausta y agotada luego de tener un bebé.
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La emoción y felicidad de recibir a un hijo ayudan un poco a que ese cansancio sea más llevadero, pero tarde o temprano, el cuerpo necesitará recuperarse.
Por más que leas libros sobre maternidad y recibas consejos de otras personas sobre cómo ser mejor mamá, es probable todavía no sepas algunos detalles sobre lo que ocurre después de tener a tu hijo.
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Así como durante el embarazo el cuerpo cambia y se va adaptando al crecimiento del bebé dentro de la barriga, luego de dar a luz, el cuerpo intenta rápidamente adaptarse a su estado normal y eso produce algunos efectos.
1. Vas a estar muy deshidratada
Luego del trabajo de parto sentirás que estás muy deshidratada. El esfuerzo físico que se hace es importante, y algunos medicamentos para el dolor también contribuyen a esto. Es probable que al día siguiente, sientas los labios secos y mucha sed. Si vas a dar pecho, tienes que preocuparte de recuperar los líquidos perdidos.
2. Aunque estés cansada, tendrás que comer
No importa qué te den ganas de comer después de tener a tu bebé, lo importante es que comas. Lo más importante es recuperar las energías y comer bien para enfrentar lo que viene.
3. Tendrás dificultades para orinar
La zona genital queda un poco resentida y orinar es un poco difícil después de tener un bebé. Es probable que en el hospital te ayuden a hacerlo y tengas que orinar en una pequeña botellita.
4. Es posible que sangres
Pareciera ser un período menstrual intenso, pero lo que en realidad puede que elimines es un líquido llamado loquio, una mezcla de sangre y tejidos que recubren el útero.