A veces la gente me pregunta por qué decidí ser vegetariana y por cuánto tiempo pienso serlo (no entiendo por qué me preguntan esto). La respuesta al por qué sería este vídeo de Mercy for Animals que revela la crueldad con la que son tratados los animales en una de las mayores granjas de patos en Estados Unidos. Éste y otros vídeos que apenas puedo volver a ver son mi respuesta a esa pregunta.
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¿Por cuánto tiempo? Mientras el maltrato animal siga existiendo, no creo que pueda volver a disfrutar la carne y aún si desapareciera, me costaría trabajo aceptar que está en mi plato porque alguien decidió que ya era hora de que muriera.
La investigación encubierta en la granja de patos Reichardt en California muestra las condiciones en las que viven cerca de 200,000 animales. Al año matan cerca de 1 millón de patos pero de acuerdo al vídeo, diariamente mueren cientos de ellos debido a lesiones o enfermedades derivadas de los malos cuidados, falta de comida y agua.
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Desde que nacen hasta que mueren, la vida de estos patos es miserable. El vídeo muestra cómo siendo bebés les queman el pico para después, doloridos, hacinarlos en jaulas con piso de malla de metal que lastima sus patas diseñadas para estar en el agua. Estos patos no conocen el agua hasta el día que mueren.
Lo grave de este asunto es que aún cuando es evidente el maltrato y Mercy for Animals pidió que se iniciara una investigación al respecto, las autoridades parecen no encontrar irregularidades en la granja. Es decir, los crueles procedimientos con el que se maneja es el estándar aceptado por la industria y los activistas animales son unos exagerados por creer que es inhumano tratar a un animal de esa manera.
El estándar de la industria está mal, hay pocas cosas peores que no sentir compasión por los demás, ya sea un animal o una persona. Los animales que diariamente mueren en las granjas nacieron para ser maltratados y, luego de una corta vida, morir de las formas más crueles y provocadas por nosotros, los animales más humanos de este planeta.
Continuar pensando “qué feo que sufran pero ni modo, son animales”, implica que están hechos para ser comida porque así lo decidimos y no porque tienen y merecen un lugar en este mundo. Este es uno de los pensamientos más tristes y egoístas que puedo encontrar.