A diferencia de lo que muchas creen, correr no sólo requiere un esfuerzo físico. De hecho, una fracción importante del trabajo que debemos hacer al momento de correr (o hacer deporte) es intelectual y necesita complementarse con perseverancia y mucha voluntad.
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¿Alguna vez escuchaste hablar de la “práctica deliberada“? Si no lo habías hecho, te contamos que este concepto fue acuñado por K. Anders Ericsson, psicólogo de la Universidad Estatal de Florida, y hace referencia a la importancia de desarrollar habilidades, corregir errores e incorporar ajustes a cualquier práctica para conseguir las metas propuestas. Algo que se aplica también al ejercicio físico y que tiene relación con la concentración y el rigor que esta actividad requiere.
Cuando corres, te propones metas y objetivos, lo que es un claro ejemplo de práctica deliberada. Tu cerebro cumple una función importante cuando lo haces, ya que debes concentrarte, ajustar la velocidad, practicar, mejorar la capacidad física y, en muchos casos, trabajar junto a un entrenador que te oriente. ¿Mejorar la salud? ¿Correr cada día mejor? ¿Conseguir un mejor estado físico? Las metas pueden ser variadas, pero todas necesitan de la participación de tu cerebro.
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La práctica, por supuesto, adquiere un rol fundamental en el camino a cumplir tus metas. De una a tres sesiones de práctica deliberada a la semana será suficiente para mejorar y acercarte a los objetivos, lo que requerirá concentración y esfuerzo. Aunque, claro, te aseguramos que el resultado será satisfactorios.
Para tu práctica deliberada, los especialistas sugieren:
- Ganar sentido del ritmo. Para ello, como corredora deberás llevar a cabo sesiones de intervalos. Según la cantidad de kilómetros que corras en cada sesión, puedes dividirlos descansando cada dos minutos y haciendo una pirámide invertida: 1200-800-400-800-1200 metros.
- También debes realizar ejercicios de técnica para desarrollar la fuerza y el equilibrio y así tener un mejor desempeño mientras corres y evitar malos hábitos.
- Grabar tus ejercicios al menos una vez al mes para comprobar si hay mejoras en tu condición física. Debes poner especial atención en los cambios que veas en tu postura (debe ser erguida) .
Ahora, ¿te sientes preparada para correr?