El tema de las tribus urbanas es uno que se desgasta rápidamente, sin embargo es innegable que son estas las que sazonan el entorno social. Regularmente se trata de grupos que emergen del underground, ostentan características singulares, se vuelven moda y propician la gentrificación en determinados barrios y ciudades hasta volverse un estilo de vida lleno de clichés.
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Para quienes estaban cansados de la pedantería hipster, existe un nuevo movimiento que amenaza con destronarlos: el de los twee, que si bien comparten similitudes, este último es un poco más amable y menos hedonista.
Originalmente el término twee, que es la expresión dadá o balbuceo de la palabra sweet, ha sido empleado en la música para identificar el estilo de grupos indie pop cuyas melodías son dulces y sencillas, cursis. Este movimiento británico de finales de los 80 tiene como máximos representantes a la banda Belle & Sebastian, Camera Obscura y le adjudican la paternidad a The Smiths.
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En fechas recientes, el twee se ha salido de las esferas musicales para adquirir un significado más amplio, o al menos eso es lo que dice Marc Spitz en su nuevo libro, Twee: The Gentle Revolution in Music, Books, Television, Fashion, and Film, según el portal The Atlantic.
Para Spitz, los twee son más que una subcultura y de hecho afirma que es:
El movimiento juvenil más poderoso desde el punk y el hip hop.
Por lo mismo no usa los términos tribu o generación, pues respecto a lo último no existe una clara delimitación, ya que el autor llama twee lo mismo a Walt Disney que a Kurt Cobain, por eso ha optado por nombrarlo una revolución.
En su libro presenta un desfiladero de referencias y personajes influyentes o suscritos a dicho movimiento: Wes Anderson, Godard, Miranda July, Salinger, Peanuts, Zooey Deschanel, Lena Dunham, Tavi Gevinson, Todd Solondz, Morrisey y hasta Sylvia Plath, entre muchos otros.
Los twees están envueltos en una estética a la Rushmore y Tenenbaum, en suéteres y looks de tipo mod, tienen un toque infantil, ingenuo y un poco de aversión a lo encumbrado como cool por los hipsters.
Son personas más conscientes y sensibles, carentes de malicia, les gusta cultivarse intelectualmente pero sin ser engreídos, son comprometidos ecológicamente pero por encima de todo son unas linduras que glorifican la inocencia. La percepción aniñada no solo es aplicada a la moda, lo es también hacia el sexo y la concepción de una belleza deslindada de vulgaridad.
Por otro lado, en la línea de los filmes indie que forman parte de la selección del Festival Sundance, God help the girl, la película debut de Stuart Murdoch de Belle & Sebastian que es en realidad un musical, promete ser uno de los próximos hits que identificará lo que propiamente Marc Spitz ha denominado la revolución twee.
Para concluir, creo que esa insistente regresión a la infancia hace suponer que no nos está gustando mucho la adultez. O ¿tú que piensas?
Seguramente los twee darán más de qué hablar, si es que de verdad es la revolución a la que apela Spitz, hasta su desgaste. Por si acaso te sentiste identificado ya puedes subirte al tren…