Las autoridades ambientales han demostrado que poco les importa la figura de Área Natural Protegida, autorizando la explotación en zonas valiosas por su biodiversidad, mismas que son destinadas para la conservación. Ayer lo vimos con el proyecto del tren Toluca-DF, hoy hablamos de la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas, en Veracruz.
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La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autoriza el proyecto «Aprovechamiento y explotación de roca basáltica del banco ubicado en el ejido Balzapote, municipio de San Andrés Tuxtla, Veracruz», mismo que permitirá el uso de explosivos para la extracción de este material.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) califican de preocupante la decisión de SEMARNAT, que pondría en riesgo a la biodiversidad y la integridad de la selva de los Tuxtlas.
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Dinamitarán por roca basáltica
Con esta autorización SEMARNAT permite la extracción de roca basáltica que será utilizada en la ampliación del Puerto de Veracruz; otro proyecto que pone en peligro a la biodiversidad, en este caso, en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzado (PNSAV).
Como lo señala Sandra Moguel, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA),
“esta decisión viola el compromiso internacional de México sobre conservar la biodiversidad y sus humedales en su territorio, adquiridos al ratificar la Convención de Diversidad Biológica y la de Humedales de Importancia Prioritaria Internacional Ramsar.”
Resulta alarmante que, con esta resolución, SEMARNAT permita dinamitar recursos naturales en un área protegida, lo cual podría marcar un precedente que abra las puertas a otras formas de explotación en Los Tuxtlas — como ocurre con el proyecto del tren interurbano —. Además, contradice estándares de protección adquiridos.
SEMARNAT violenta el marco jurídico y va contra el objetivo de la misma reserva de la biosfera, aún cuando se haya reducido el área, el tiempo y el volumen de roca a explotar. Existen otras zonas, fuera de la Reserva de la Biósfera, que podrían ser explotadas.
Científicos se pronuncian en contra
En abril pasado, SEMARNAT recibió un análisis suscrito por más de 300 científicos que señalaba el impacto que causaría este proyecto. En general, sostiene que la extracción de roca basáltica en Los Tuxtlas…
“afectaría negativamente el funcionamiento de los últimos reductos de selva alta perennifolia representativos del límite norte de distribución de este tipo de vegetación en América”.
Entre los argumentos que se presentaron en el análisis técnico de la MIA (Manifiesto de Impacto Ambiental), realizado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Morelos, se encuentran:
- La desaparición-afectación de los pocos fragmentos de selva que aún quedan podría causar la extinción local de algunas especies.
- La selva puede ser un hábitat relevante para las 115 especies de aves de la región que se encuentran en alguna categoría de riesgo.
- El proyecto rompería la conectividad física y funcional de elementos del paisaje, tanto entre ellos como con la zona núcleo de la reserva.
- Los Tuxtlas es un sitio donde la selva lleva 30 años recuperándose, por el retiro casi total y continuo de actividad humana.
- La explotación de roca alterará irreversiblemente la topografía, la vegetación y los servicios ecosistémicos del área.
- Aumentará la vulnerabilidad de la zona núcleo a eventos climáticos como “nortes”, tormentas tropicales y huracanes, que son frecuentes en la región.
Como hemos visto, en México hace falta mucho para respetar a la naturaleza y la biodiversidad, aún cuando existan las leyes ambientales. Aunque no se apliquen, sirven de herramienta para las organizaciones, activistas ambientales y la ciudadanía en general, para exigir que estos derechos sean considerados y respetados. ¿Se podrá hacer algo para detener este proyecto?