¿Todavía tienes esa botellota de vidrio que no sabes dónde poner? Ok, si no es tu caso te van a dar ganas de conseguir una. En sus años mozos (1960), David Latimer plantó un jardín dentro de una botella gigante, sólo lo regó una vez y la tapó, desde entonces vive dentro de ella una hermosa maraña verde.
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Parece increíble que pueda existir vida dentro de una botella pero es posible. Los jardines en botellas cerradas funcionan porque crean un ecosistema autosuficiente en miniatura y según Latimer, él nunca ha podado el suyo pero parece adaptarse al tamaño de la botella de 37,8 litros en la que crece su jardín.
Las plantas dentro de la botella viven a través de la fotosíntesis con la luz que entra a través de la botella. La raíz de la planta toma el agua de la tierra y la libera al aire durante la transpiración, ésta se condensa y vuelve al fondo de la botella alimentando a la planta en un ciclo que dura aproximadamente 50 años.
Por medio de la respiración celular, el material arrojado por la planta se descompone mientras las bacterias se encargan de reciclar el oxígeno y dióxido de carbono, de esta manera se forma el miniecosistema.
Cómo hacer tu jardín embotellado
Tú también puedes crear un pequeño jardín en una botella, vas a necesitar:
- Una botella grande de cuello grueso
- Composta
- Arena gruesa
- Arena fina
- Guijarros
- Una planta
Coloca la composta en el fondo, luego una capa de arena gruesa y encima la arena fina, agrega los guijarros o grava y la planta. Riégala cuidadosamente y tapa la botella. Coloca tu jardín en una zona donde reciba la luz del sol o ponle luz artificial. Verifica que el proceso se esté dando adecuadamente y vuelve a regar en unos 50 años.
La Tradescantia, conocida en el sureste como matalí y de la que se hace un agua rosa deliciosa, es una muy buena opción si quieres tener tu propio jardín embotellado.
