El día de ayer, Arica sufrió un fuerte terremoto de 8,2 grados, a las 20:46 horas, cuyo epicentro fue a 89 km al suroeste de Cuya, en el mar frente a la costa de Tarapacá. Pese a la magnitud del movimiento, solo se sintió desde Arica hasta Tocopilla.
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A diferencia del terremoto del 27 de febrero de 2010, esta vez el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) dictó a tiempo una alerta de tsunami para toda la costa chilena. Los habitantes evacuaron sus casas en orden, sin embargo, pese a que las indicaciones decían explícitamente que debían ir a zonas altas a pie, no faltaron algunos imprudentes que usaron los autos, pudiendo haber causado accidentes, ya que los semáforos no funcionaban.
“Creemos que el terremoto alcanza aproximadamente un poco menos de 200 kilómetros de ruptura, por unos 100 kilómetros de ancho, y un desplazamiento máximo de 6 a 7 metros, y ocurre por el contacto entre la Placa de Nazca y la Sudamericana, tal como ocurre en la mayoría de los grandes terremotos que afectan la costa de Chile”, informó Sergio Barrientos, director de Sismología.
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Hasta este momento, se han registrado más de 60 réplicas de menor intensidad. La alerta de tsunami ya se ha levantado, y las clases se suspendieron en el borde costero.
El terremoto que se vivió ahora no causó tantos estragos como el 27F, que fue 15 veces más potente, y que destruyó ciudades completas debido al tsunami posterior.
Las medidas tomadas esta vez fueron las correctas, y la gente tomó con bastante calma la situación, quizás porque estamos acostumbrados, o porque en el norte del país ya tienen internalizada la idea de que Chile es un país donde los sismos son prácticamente pan de cada día. Aún así, debemos hacernos cargo de nuestra supervivencia teniendo en cuenta 10 cosas que debes aprender ante una crisis, y no dejarse llevar por el pánico cuando la madre Tierra remece nuestras vidas.