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Qué hacer y qué no en las fiestas de diciembre de la oficina

Muchas empresas organizan una y es tu oportunidad para conocer colegas o arruinar tu reputación, tú dices…

Diciembre es el mes en que las oficinas se relajan y se hacen fiestas para convivir. Grandioso, ¿no? La trampa está en la palabra “fiesta”, porque para la gente normal en una fiesta uno va a pasarla bien con los amigos y a hacer uno que otro desfiguro. Pero no debes de olvidar que, aunque no sea en la oficina, estás en el ambiente laboral en el que tanto te has esforzado por mantener una buena imagen, al menos frente a tu jefe. Hay algunas reglas que tener en mente en estos eventos sociales tan delicados.

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La asistencia sí es obligatoria

Estoy segura de que no pasarán lista, pero se ve muy mal que no vayas a esas cosas. Recuerda que el departamento de Recursos Humanos está invirtiendo esfuerzo y dinero en la integración de las personas que trabajan con ellos, y sobre todo recuerda que ellos sí saben quién es quién y notarán tu ausencia. Nadie quiere que el director de RH de su empresa piense que es apático, nadie. Ve y pásala bien, tampoco es para tanto.

Viste adecuadamente

No tienes que ponerte un traje sastre, pero la minifalda que parece cinturón  y el escote vertiginoso se pueden quedar en el clóset. Un vestido con un largo adecuado para la hora de la fiesta puede hacer que te veas diferente a cuando estás en la oficina, pero sin cambiar tu imagen en forma negativa. La regla es fácil: imagina que estarán tus suegros. Sí, la presencia del jefe es el equivalente a la de los suegros en cuanto a dresscode se refiere.

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Ya que estas ahí, convive

Sí, y no sólo con tus amigos. Hay muchas personas ahí que seguramente tienen algo en común contigo, ¡por lo menos trabajan en el mismo ramo! Además, siempre es agradable tener amigos en tu lugar de trabajo y no sabes cuándo más adelante necesitarás de su ayuda o ellos de la tuya. Si hay alguien con quien necesites limar asperezas, puede ser el momento.

Aprovecha y deséale buen año a tu jefe, sácalo a bailar si aplica, sólo recuerda la regla de oro de no ligar con él. No lo hagas tampoco con otros colegas si en la oficina está prohibido, no digo que no lo hagas nunca, pero ¿enfrente de todos? Sí, es el momento ideal para que te note ese que tienes en la mira, pero no hagas nada hasta después de las vacaciones, chica lista.

No tomes de más

O por lo menos come antes de tomar. No importa que ya se haya ido tu jefe, nunca falta el que va y platica, muchas veces exagerando -porque eso le gusta a los que platican- que tal o cuál estaban hasta las chanclas y “qué poco apropiado”.

Sí, puedes tomar y divertirte, pero en estos casos hay que ser un poco mustia y hacerse la mosquita muerta, todo a favor de tu imagen profesional, que al fin de cuentas es lo que te interesa con las personas que te están viendo. Además, si tomas demasiado corres el riesgo de hablar de más y decir lo mal que te cae alguien o lo que más odias de la empresa. Tu vida personal tampoco tiene por qué salir a flote en medio de tanta gente. No es el momento.

Eso sí, no te aburras, si ya tienes que ir y portarte bien, por lo menos diviértete. ¡Felices fiestas!

Fuente: OCC mundial

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