Ciertamente un croissant es un bollo de pastelería que no es indiferente a los ojos de nadie, ya que puede fácilmente convertirse en el compañero perfecto para el desayuno o simplemente para acompañar un café. Por eso, si te gustan los croissant, de seguro te gustara saber también cuál es su origen, pues su historia está directamente relacionada con la liberación austriaca de la invasión turca. ¿Qué te parece?
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Cuenta la historia que a fines del siglo XVII, el Imperio Otomano quería expandir su poder territorial adueñándose de las tierras de Viena. Para cumplir con este objetivo, el ejército ideo una estrategia que les permitiera ingresar a la ciudad sin ser detectados.
La idea era cavar un túnel por las noches, y a través de él traspasar las puertas de la ciudad. Sin duda una idea, pero lo que los árabes no sabían, es que los panaderos vieneses trabajaban de noche y por lo tanto notarían su presencia.
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¿Qué ocurrió entonces? Al comprender lo que estaba pasando, los panaderos alentaron a la guardia y evitaron que ocurriera la invasión. así, para celebrar este triunfo, decidieron crear un pastelito en forma de media luna, el signo sacro de los árabes para poder recordar con ello la derrota de sus enemigos.
Finalmente, el croissant llegó a Francia y se convirtió rápidamente en un ícono de su panadería, por eso es que muchos pensábamos que se trataba de una preparación francesa.
Fuente: El Espectador