Se escucha un poco extraño pero realmente existe. Antes que nada quisiera que recordáramos un cuento. Juan sin miedo.Juan era un chico que no conocía el miedo. Pasa mil aventuras y peripecias pero no consigue saber qué es sentir miedo. Solamente al final del cuento, cuando se casa con la princesa y todo funciona perfectamente es cuando siente temor por primera vez. Hasta ese momento Juan no tenía nada y por lo tanto no tenía por qué temer a perder absolutamente nada. Sin embargo, cuando nace su amor por la princesa, con él nace también el miedo a perderla.
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¿Cierto no? Cuando no tenemos nada para qué nos preocupamos, pero sabemos que cuando lograremos alcanzar lo que deseamos tendremos el inmenso miedo a perderlo. Sí, es como lograr conseguir novio o marido y tener el miedo a que la relación termine o cuando por fin encuentras trabajo pero no sabes si serás lo suficientemente buena en tus labores a pesar de que fuiste seleccionada porque vieron en ti todas las capacidades necesarias.
La psicóloga mexicana Gaby Vargas al respecto opina: “he aprendido que nuestra vida la gobiernan nuestros pensamientos. Los pensamientos se convierten en emociones, en palabras, en actitudes y en decisiones que perfilan nuestra existencia”
Pensando en ese miedo que aún no existe, tu mente está en el futuro, proyecta lo que puede pasar y no estás enfocada en lo que realmente está pasando.
Debes saber el miedo es una emoción que producto de la mente, un pensamiento que tiene una gran fuerza y que sólo habita en nuestra imaginación. Su poder radica en que termina por convertir en realidad las fantasías, sí me refiero a todos esos issues mentales que creamos en nuestra mente y somos capaces recrearlos en nuestra realidad.
Personalmente siento que no tenemos miedo al miedo sino miedo a la incertidumbre de la vida, la inseguridad de no saber que depara el futuro en la relación con nuestra pareja, el trabajo, nosotros mismos.
Sin embargo nosotros tenemos la solución, vayamos a lo básico, la ley de la causa y el efecto nos dice que el pensamiento es causa. No es la suerte, no es la casualidad, es la causa-habilidad de mis pensamientos.
El reto es reconocer nuestro miedo , diseñar una técnica para vencerlo y ¡enfocarte en tu presente, no en un futuro que no existe!
William W. Walter tenía mucha razón cuando dijo que “quien no gobierna sus pensamientos no gobierna su vida”.