Algunas veces, pareciera que en México hay ciudades que son más para mujeres que otras. Y por esto, desde luego no me refiero a que no pueda vivir en ellas. Más bien al hecho de que, las oportunidades laborales están mal equilibradas en la mayor parte de las ciudades del país.
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Y esto afecta sobre todo a las mujeres que acaban de salir de la universidad. En mi caso, yo deseaba quedarme en la ciudad donde realicé mis estudios, pero no me fue posible debido a las pocas oportunidades había en el área. Y ya saben cómo funcionan las leyes de oferta y la demanda, como hay pocos empleos para mucha gente, aparte se dan el lujo de pagarte lo que se les antoje.
Supongo que lo mismo les ocurre a las mujeres que están dedicadas a un área más ingenieril, pero viven en una ciudad que no ofrece trabajo para su área. En general, un buen porcentaje de potencial femenino va a terminar por migrar a la Ciudad de México, una ciudad de grandes retos, en especial para las que vienen de ciudades más pequeñas.
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¿Habrá manera de nivelar estos graves contrastes entre una ciudad de México y otra? ¿Por qué el norte tiene que acaparar todo lo industrial, mientras el centro todo lo creativo?
Muchas mujeres se mudan de ciudad por motivos familiares o causas ajenas a su carrera, y a veces encuentran que no existen oportunidades para su rubro. Esto las impulsa a crear sus propias empresas y a trabajar por su cuenta.
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¿Cómo se pueden nivelar las oportunidades?
Existen programas sociales para crear un balance de oportunidades entre hombres y mujeres, sin embargo, pareciera que las únicas que pueden cambiar esto somos nosotras. Entre emprendedoras y ejecutivas de gran valía, la balanza se ha movido en los campos laborales, aunque aún falta mucho por hacer en todas las ciudades de México.