Que si hay carbohidratos buenos, carbohidratos malos, que si fenilalanina causa Alzheimer, que hay que eliminar las azúcares y grasas de nuestra dieta porque nos engordan y hacen daño… bueno, los consejos y rumores son mil pero verdad solo hay una.
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Lo cierto es que nuestro cuerpo necesita una alimentación que contenga los cinco grupos alimenticios de manera balanceada, y aunque nos hagan pensar que los carbohidratos son nuestro peor enemigo, es esencial que sean parte de nuestro plato.
Vamos a empezar por definir por qué son importantes: los carbohidratos son una especie de combustible natural para tu cuerpo; donde son transformados a azúcares, misma que tu cuerpo aprovecha para llenarte de energía y hacer que tu cerebro funcione a la perfección, por ejemplo.
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Ahora, existen los carbohidratos simples y los complejos. Los simples son las azúcares mismas y los complejos los contienen alimentos como el pan blanco, la papa, etc. La diferencia está en que los primeros son absorbidos rápidamente y se utilizan como fuente inmediata de energía mientras que los segundos toman un poquito más de tiempo, pero al fin y al cabo tienen la misma finalidad.
El problema está en cuando no utilizamos toda esa energía que le inyectamos al cuerpo. Esas azúcares no aprovechadas son las que pueden causar problemas como obesidad, diabetes, hipertensión y niveles no recomendados de colesterol y triglicéridos.
Ahora bien, según un investigador llamado David Jenkins, los carbohidratos pueden calificarse como malos o buenos dependiendo de qué tan alto sea su índice glucémico , ya que aquellos con un alto índice pueden ser dañinos para la salud, especialmente para el corazón.
Los refrescos/sodas, dulces, pasteles, arroz blanco y papas generalmente tienen un índice elevado y por eso debemos limitar su consumo. Por el otro lado, los granos enteros y la mayoría de frutas y vegetales nos pueden proporcionar los carbohidratos necesarios para mantenernos saludables.
Así que ahí está la respuesta: los carbohidratos complejos o con un alto índice glucémico deben ser los menos en nuestra dieta pero debemos de procurar no eliminar ningún grupo alimentario -a menos que un doctor lo indique- de nuestra dieta.