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14 de febrero:¿Y si en vez de regalar flores, regalas plantas?

Del amargo mercado de las flores, los dichos que comparan el amor con seres del reino vegetal, y por su puesto, una canción

Colombia, India, Israel, Holanda, son conocidos fabricantes de flores, en cultivos gigantescos, que dado su éxito han sido replicados por Chile, Ecuador y México, entre algunos países destacados en su producción.

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Es así como la competencia en este mercado que agrupa a los románticos, adoradores de dioses y muertos, comenzó a repercutir en las condiciones de trabajo para quienes se encargan de llevarlo adelante. La mano de obra barata es en esencia la clave para cualquier negocio próspero. Es por eso que los trabajadores de las flores, así como las y los temporeros, reciben pequeños sueldos por su fuerza laboral.

Sumado a esto, tenemos la exposición a pesticidas, para mantener la flor con su magnífica belleza, muchos de ellos prohibidos en los países desarrollados, pero que sí se utilizan en la periferia, causando numerosas enfermedades a los trabajadores que se encuentran en contacto con los más de 80 productos químicos dedicados a la mantención de las hermosas flores.

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Algunas comunidades se quejan de que las extensiones de área cultivable, destinadas hoy al mercado de las flores ha reemplazado el cultivo hortalizas, frutas y verduras, colocando en riesgo su seguridad alimentaria.

Podría resultar amargo todo lo anterior, y más aún constatar que en el mes de febrero las horas extras de trabajo deben subir considerablemente. Pese a esto, siguen siendo las flores el regalo más común en el Día del Amor.

En este video se muestra la realidad de las trabajadoras de las flores en Colombia:

Los países que más las consumen son Estados Unidos, Holanda, Rusia, Alemania e Italia, y las preferidas son las rosas, luego le siguen el clavel y el crisantemo.

Es innegable el amor que inspiran las flores. Pero ¿Cómo cambiaría el sentido filosófico del “amor” si el Principito hubiese cortado su flor para llevarla consigo?

Puede ser agua fiestas, pero personalmente nunca me ha gustado que me regalen flores cortadas, más aún si pensamos en cuantos dichos hay que hacen la analogía entre el amor y una planta, árbol o flor, obviamente vivita y coliando:

  1. El amor es una planta de primavera que todo lo perfuma con su esperanza, incluso las ruinas por donde trepa. (Gerard Flobert)
  2. El amor es semejante a un árbol: se inclina por su propio peso, arraiga profundamente en todo nuestro ser y a veces sigue verdeciendo en la ruinas de un corazón. (Víctor Hugo)
  3. La hoja, cuando ama, se transforma en flor; la flor, cuando ama, se convierte en fruto. (Rabindranath Tagore)
  4. El amor es una flor de primavera entre dos personas que se desarrolla en verano y no se marchita en invierno. (Proverbio turco)
  5. La raíz de todas la pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación. (Lope de Vega) 
¿Entonces? ¿Cómo es eso de regalar el cadáver de una flor? Insisto, prefiero una hermosa planta, que claro, traiga muchas flores. Además, como dice Rudy Scala “el amor es como una flor”<3

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