No es un pasaje bíblico. Está ocurriendo ahora, en julio del 2010, en ese país tan atómico y atómicamente incomprensible que es Irán. La noticia ha corrido por la web como una alarma digna de la peor pesadilla: una mujer corre el riesgo de ser lapidada a muerte por adulterio.
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“La María Magdalena” iraní se llama Sakineh Mohammadi-Ashtiani, tiene 42 agnos, dos hijos y se la acusa de haber tenido una relación extra-marital. Las también cuarentonas de Sex And the City se reirían de esta noticia creyendo que es una broma misógena de mal gusto. Pero Carrie y compañía viven en otro planeta (o en uno cuyas fronteras delimitan con Manhattan), y por más que se disfracen con burkas árabes, no saben lo que en el mundo islámico eso significa: discriminación.
Mientras para nosotras los affairs amorosos son materia de happy hours, guiones para telesieries nocturnas, artículos de revistas femeninas, en Iran se aplica la ultra-machista anacrónica y animal ley islámica que castiga la mujer infiel con lapidazos públicos. La sentencia inicial de Sakineh que en mayo del 2007 consistía en ser enterrada hasta el pecho y golpeada con piedras hasta la muerte, ha sido anulada gracias a la presión internacional,pero lo más probable es que ahora sea ahorcada.
Según Amnesty International esta barbarie ocurriría en cualquier minuto. La linda Sakineh no está sola. No al menos en Internet, donde se están juntando firmas para salvarla. Ya no sé qué pensar de los fundamentalistas islámicos. El que esté libre de culpas que tire la primera piedra.