Por Carolina Palma Fuentealba.
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Como pocos artistas internacionales, cultiva hace más de una década una gran relación con nuestro país. El año pasado decidió quedarse más de tres meses para participar en el programa de talento «The Voice», de Canal 13, y este año repite. Es cierto que siempre vimos a Luis Fonsi (38) en diversos programas, era invitado constante de la Teletón y realizó decenas de conciertos exitosos, pero ahora lo vemos de otra forma, una mucho más cercana.
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Al público le gusta que siempre tenga bromas a flor de piel, que se emocione con un concursante o que insista con gracia que lo escojan como coach. Cómo no, si pese a destacarse como cantante, ama la producción, tanto propia como de otros.
Pese a que no expone su vida familiar, no duda en compartir que vive en Miami con su rubia esposa Águeda López –periodista y modelo– con quien tuvo a su hija Mikaela (4), pequeña a quien dedicó la canción «Llegaste tú», que habla sobre sentirse el hombre más afortunado y el cambio que sufrió su vida con su llegada. Incluso afirma que tuvo repercusión en sus composiciones: antes se enfocaba sólo en el amor de pareja, y ahora esa palabra involucra mucho más.
En uno de sus ratos libres nos recibió por unos minutos para contarnos acerca de la nueva temporada de «The Voice» y de su vida en nuestro país, donde asegura no para de trabajar. Tanto que pese a que ama comer en restaurantes sofisticados o de comida casera chilena, usualmente lo hace en el canal. «Si me puedo escapar, lo hago. Por ejemplo ayer tenía el día libre, me fui a la nieve y lo pasé increíble. No me quiero quedar en el hotel mirando la pared», confiesa.
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¿Por qué decidiste quedarte otra temporada?
Cuando me preguntaban en la temporada pasada si regresaba, no sabía porque no tenía organizado el calendario de este año. Es complejo; uno debe planificar tres meses de grabación, entonces tienes que jugar con los tiempos. Como tenía muchas ganas, quería, organicé todo para estar acá y grabar el disco a la misma vez. La verdad es que me encanta hacer el programa y estar en Chile.
¿Y cómo grabas mientras estás aquí? ¿Viajas seguido?
Es que las audiciones de «The Voice» se grabaron en abril, y ahora estamos grabando las batallas. En agosto regresamos en vivo. En medio de esas actividades escribo para mi nuevo disco, hago cosas a larga distancia también. Lo importante es que estoy aquí feliz. Esta temporada se viene increíble. Como hice la primera temporada, entro a ésta conociendo el formato, un poquito más preparado sicológicamente para tomar decisiones difíciles.
En esta edición está la española Ana Torroja como jurado. ¿Se conocían? ¿Cómo se han llevado?
La conocía de «hola» y «adiós», no como ahora que la veo todos los días. Es muy linda, dulce, transparente. Se emociona mucho con las sensaciones que vivimos en el programa. También la he visto sufrir mucho con las decisiones que debemos tomar. Me refiero a despedir algunos para llegar a los finalistas. Lo está viviendo con mucha honestidad, como nosotros. A la gente le gustará mucho su participación, lo que hace y cómo lo hace.
CASI CHILENO
¡Parece que te adoptamos! ¿Cómo te relacionas con nuestra cultura, que a veces es más aburrida o con menos «calor» que la tuya?
¡No encuentro que sean aburridos! Me llama la atención que muchos chilenos me han dicho mucho que son aburridos, pero no. Aunque son pocos los días libres que tenemos, siempre debemos grabar un capítulo, por lo que quedan ratos libres; y he ido creando amistades verdaderas. Siempre trato de disfrutar Santiago. Bueno, hace muchos años he visitado a Chile, sus regiones, para ver todos los colores y sabores del país. Es increíble que Chile te da un rango muy amplio de climas y personalidades.
En la edición pasada llamó la atención tu buen humor, tus bromas. ¿Sientes que los chilenos te miramos distinto? ¿Te tiran «tallas», por ejemplo?
La televisión, más bien estar en un programa todas las semanas, hace que salga la parte humana de cada persona. Uno no hace de cantante, sino de coach, entonces fácilmente notan cuál es mi personalidad. Acerca mucho a la gente. Ahora siento que el público chileno me conoce a nivel personal, aunque no me conozcan en persona. Al final eso es lo que uno quiere: que conozcan a la persona tras el cantante, el compositor.
Eso nos une en definitiva…
Claro. Por ejemplo, toda la vida me dijeron «Fonsi», «Luis» vino cuando grabé mi disco. En Puerto Rico me dicen Fonsi porque me conocen mucho, y ahora en Chile me dicen Fonsi. Por lo mismo, me siento mucho más cercano, porque me llaman como mis amigos. Siento que es mi segunda casa, no siento la frialdad de ser extranjero. Me topo con gente que me ha visto crecer, que ha ido a varios conciertos. Esto es un lujo, una bendición, y quiero seguir cuidándolo por muchos años más, porque no se acaba acá.
Pero todo tiene un costo. Eres casado y tienes una hija de cuatro años. Las mujeres somos culposas al dejar a la pareja o a los niños. ¿Y tú?
Mi esposa me conoció así. Ella comprende que mi trabajo tiene muchas cosas hermosas, pero es diferente al típico de oficina, donde entras a una hora y sales a otra todos los días. No tengo oficina, no tengo lugar fijo, mi trabajo consiste en estar en diferentes lugares a diario. No digo que sea fácil. A veces me dice «regresa a casa, que te necesito». Obvio, y quiero que me diga eso. Yo también muero por llegar a casa, uno extraña su casa, su rutina. Aunque amo tanto lo que hago, que no lo cambiaría tampoco.
¿Y tu hija entiende razones?
Eso es lo más difícil. Lo bueno es que la tecnología acerca un poco, no reemplaza el calor humano, pero por lo menos hablamos todos los días por FaceTime. Le hago chistes, me cuenta sus cosas, su día. Uno no se acostumbra a no estar ahí todos los días para llevarle a la escuela, verle su cara o hacerla dormir. Esas cosas sí duelen.

NUEVO DISCO
El primer disco apareció en 1998, y ahora ya preparas el décimo. ¿Nos puedes adelantar algo del nuevo material? ¿Algún cambio?
Estoy a la mitad de camino de las grabaciones. El primer sencillo pienso lanzarlo en septiembre u octubre. En tres meses podrán escucharlo, cuyo nombre no puedo divulgar hasta que la disquera haga el lanzamiento oficial. Musicalmente hay una evolución obvia a nivel de sonido. No tiene que ver con otro artista. Escucharán temas románticos, las baladas que me gustan.
¿Cómo lo definirías?
El primer sencillo será más rítmico de lo que acostumbran a escuchar de mí, algo más informal. Es lo que me pide el cuerpo. La gente necesita salir, bailar y sonreír, aunque sin olvidar las canciones de sufrimiento y desamor, siempre presentes. Es un disco más moderno, más liviano. Más Fonsi, menos Luis. El que se conoce más a nivel personal que el de la foto que, de alguna manera, debe estar más serio.
¿Se relaciona Chile con este nuevo trabajo?
Muchísimo. Como no tengo la lista final de canciones, no te puedo decir si van dos, tres u ocho canciones que se inspiraron en Chile, pero mínimo dos las compuse aquí. Todo el año pasado, mientras hice la primera temporada, estaba empezando la composición. Ayer en la mañana también escribí algo, y cuando llegue al estudio lo grabaré. De repente queda en el disco, no sé. Para comenzar el proceso, siempre nace en la computadora con mi guitarra, y luego las cocino en el estudio donde las produzco.
¿Qué te inspiró?
Tuve mucha inspiración porque he estado mucho tiempo, y he vivido muchas emociones. El programa gira en torno a la música, estoy rodeado de instrumentos, de músicos todo el tiempo. Es inevitable querer crear cosas para mí.
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