La lactancia materna es una de las cosas más hermosas de ser mamá, pero también de las más difíciles y agotadoras.
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Y es que, aunque al amamantar formamos un lazo único y especial con nuestro bebé, también nos deja cansadas, especialmente si es de noche.
Lo difícil que es para una mamá la lactancia durante las noches
Noches sin dormir
Ya sabemos que, en el momento de convertirnos en madres, jamás volveremos a dormir bien, pero la lactancia requiere de mucho más esfuerzo.
Y es que al momento de escuchar el llanto de nuestro bebé debemos despertarnos y comenzar a amamantar, aunque muchas veces no ocurre tan fácil.
Ya sea porque los bebés no quieren, no sale leche, o hay que buscar la posición adecuada para el pequeño, lo cierto es que nunca dormimos ni descansamos.
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Saber cuál pecho le gusta más
Siempre hay un pecho favorito para los pequeños con el que conectan más, sale más leche, y que los puede hacer dormir de inmediato.
Así que siempre debemos calcular las tomas en el día, para que a la hora de dormir o en la madrugada, su pecho favorito, o donde sale más leche, sea el que lo calme.
No es fácil, es un trabajo que solo una madre puede lograr, pero cuando lo logramos es muy satisfactorio.
Dormir incómoda en una silla
Cuando nos despertamos para darle pecho a nuestro bebé, solemos hacerlo en una silla, para que sea una posición más cómoda para el pequeño.
Muchas veces el sueño nos gana, y nos quedamos dormidas, o simplemente nos mantenemos en esa posición por horas, cabeceando, y con dolor de espalda.
Consejos para que descanses más cuando amamantes de noche
Atender al bebé de inmediato
Una opción para que el proceso sea mejor para ti y para el bebé, es atenderlo a las primeras señales de hambre, evitando que llore en exceso.
Y es que así lograrás que se tranquilice más rápido y podrá conciliar el sueño nuevamente.
Ambiente tranquilo y relajado
También es vital que tu habitación, o la del pequeño, donde sea que lo amamantes sea un ambiente tranquilo y relajante.
Evita la iluminación en exceso, ruidos, o cambios de temperatura bruscos, para que tu bebé pueda dormirse más rápido.
Pide ayuda a tu pareja
Siempre puedes pedirle ayuda a tu pareja, pues, aunque la lactancia solo es cosa de mamás, ellos también pueden ayudar cuando termines de darle pecho.
Si tu pequeño no se duerme, pídele que él se encargue de tu bebé para que puedas descansar, es algo justo y necesario para ti.
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