Maternidad

Diez beneficios que traen las caricias y mimos de la mamá para al bebé

Las caricias aumentan el vínculo afectivo entre la madre y bebé debido al contacto físico.

Acariciar a un bebé es la forma más sencilla, profunda y efectiva de expresarle todo el amor que le tienes como madre.

Y es que acariciar a tu bebé de manera amorosa y no requiere de entrenamientos ni de experticia. Las caricias no tienen ningún costo o precio y se pueden brindar en cualquier lugar y momento.

Las caricias en un bebé y de parte de la madre, son además, pruebas de que el recién nacido necesita para sentir que no está solo en el mundo, que tiene mucho amor y cuidado a su alrededor.

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En los pequeños, en especial, los recién nacidos las caricias van desde el contacto piel a piel, el roce de un dedo en el hombro, la frente o las manos; tocar su cara, y olfatear su barriguita.

Una extensa lista de beneficios

Según expertos, esas sencillas expresiones de amor, como lo son las caricias, brindan muchos beneficios a los infantes que están en proceso de crecimiento y desarrollo.

Estos son los principales beneficios de las caricias de la mamá a un bebé:

lasos de amor
Las caricias en los niños también funcionan para estrechar lazos.

– Las caricias, según una investigación de la Universidad de Oxford, tienen el poder de calmar el dolor o la inquietud de un bebé porque reducen la actividad cerebral del pequeño asociada con experiencias dolorosas.

– Las caricias también aumentan el vínculo afectivo entre la madre y bebé debido al contacto físico.

– El contacto físico con el bebé también lo ayuda a disminuir los niveles de estrés si el pequeño está llorando.

– Otros estudios científicos han revelado que las caricias afectivas en los niños pequeños estimulan su inteligencia y provocan sentimientos positivos.

– Asimismo, las caricias maternales aportan bienestar, afecto y unión entre el bebé y su mamá.

– Una caricia aporta sensación de compañía y cercanía. Es un gesto que transmite protección y fortaleza, reduciendo el dolor emocional. Las caricias propician la confianza.

– Otros de los beneficios es que contribuyen a desarrollar su autoestima, brindan tranquilidad y confianza y, también, mejoran el estado de ánimo de los niños.

– Las caricias favorecen la producción de oxitocina, provocando en los niños bienestar y tranquilidad. La oxitocina es la hormona de la felicidad y tiene la capacidad de actuar sobre el cerebro y los músculos. Promueve la relajación del cuerpo y los sentimientos de paz, tranquilidad, bienestar y confort emocional.

– Las caricias en los niños también funcionan para estrechar lazos y demostrarle al pequeño el amor que sientes por él sin la necesidad de usar las palabras.

– Los bebés que son acariciados a menudo tienen más facilidad para abrirse a los demás y es más probable que tengan la capacidad de consolar a otras personas que se encuentren tristes.

¿Cómo acariciar a tú bebé?

Caricias relajantes

Las caricias
Las caricias tienen el poder de calmar el dolor o la inquietud de un bebé.

Este tipo de caricias son una opción excelente para calmar a tu bebé cuando está ansioso o llora demasiado. Para ello, coloca a tu pequeño boca abajo sobre una manta cómoda, frota bien tus manos para que entren en calor y empieza masajeando la espalda del bebé con movimientos suaves y ascendentes, pero sin presionar la columna.

Luego, coloca a tu bebé boca arriba y repite el procedimiento en el abdomen, pero realizando movimientos circulares.

Caricias para aliviar tensiones

Las caricias en la cara o el rostro del bebé se deben realizar en la zona de las mejillas, posando nuestras manos y haciendo suaves movimientos circulares.

Este masaje y tipo de caricia puede aliviar tensiones en la zona de la mandíbula así como molestias provocadas por la dentición.

Caricias para su desarrollo

desarrollo de amor
Las caricias contribuyen a desarrollar su autoestima, brindan tranquilidad y confianza.

Este tipo de caricias estimulan el desarrollo y crecimiento de los bebés.

Coloca a tu pequeño sobre una superficie suave y, mientras se acomoda, frota ambas manos para que se calienten.

Empieza masajeando los pies con movimientos circulares y presta atención a cada dedo para estimular el desarrollo óseo. Luego, masajea las piernas de arriba a abajo y viceversa, desde los muslos hasta el talón para activar la circulación.

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