«No hay duda de que viajar ha mantenido vivo mi espíritu juvenil. Me ha demostrado que, independientemente de su procedencia, lo más probable es que compartamos los mismos objetivos: ser útiles para nosotros y nuestras familias» Bruce Northam.
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No tienes que tener veinte o treinta y tantos para empacar tu maleta y salir a explorar el mundo. Viajar es una de las cosas más maravillosas de este mundo y tiene el poder de hacerte ver y sentir joven sin importar el destino al que vayas.
Aunque no siempre es fácil conseguir un boleto de avión o el tiempo para hacerlo, seguramente esto te motivará a intentarlo.
Piensa en la película de Up de Disney Pixar. ¿Recuerdas a Carl, el anciano solitario y cascarrabias que luchó por llegar hasta el fin del mundo con tal de cumplir el sueño que tenía con su esposa? Podría ser una caricatura ficticia, pero su mensaje central es muy real: abraza la vida mientras puedas y haz las cosas que siempre quisiste hacer. La edad no es un impedimento si se tiene el espíritu y la actitud correcta ante la vida, ¿no?.
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En un estudio llamado «Marketing para personas mayores: la edad realmente es un estado mental», los investigadores descubrieron que la edad no es solo un número: también es un estado mental. Descubrieron que las personas mayores que eran psicológicamente más jóvenes tenían actitudes más positivas hacia la satisfacción con la vida y el envejecimiento que sus contrapartes cognitivamente mayores.
«La mayoría cree que ven el mundo tal como es, pero realmente, nosotros lo vemos como somos». Aunque la edad es «solo un número», la edad que sientes depende más de cómo vivas y veas el mundo.
Viajar tiene un poder mágico: el rejuvenecer sin necesidad de cremas y cirugías costosas.
Sí, envejecer es inevitable pero mientras que los genes juegan un papel, tu mentalidad y estilo de vida juegan un papel más importante en la determinación de tu edad. real. Por eso, viajar es una opción de estilo de vida que puede rebobinar su reloj de edad cognitiva.
Cuando viajas, aprendes a apreciar lo que tienes. Tu perspectiva afecta la edad que sientes. En el estudio citado anteriormente, los investigadores descubrieron que sentirse satisfecho con lo que tiene se correlaciona con una mayor calificación de satisfacción con la vida. Los viajes a menudo nos hacen sentir agradecidos por lo que tenemos al mostrarnos lo poco que tiene el mundo.
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Cuando viajas, la mente puede restablecerse, al igual que el cuerpo, produciendo una sensación de alivio que hace que te olvides del estrés. Estar en constante tensión nos lleva a tener problemas físicos, mentales y emocionales, provocando que envejezcamos. Cuando el cuerpo está expuesto al estrés físico o emocional, las glándulas suprarrenales producen esteroides adicionales como el cortisol lo que desencadena diversos problemas como pérdida de memoria y la diabetes, dos situaciones del envejecimiento.
Viajar te mantiene en contacto con tu niño interno. Y es que según expertos del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología, conocer lugares nuevos y tener experiencias multiculturales, aumenta en gran medida las conexiones neuronales y refuerzan la mente lo que te lleva a una perspectiva más creativa. Además, una vez que emprendes un viaje, es casi seguro que no puedas dejar de imaginar las aventuras que te esperan.
Viajar es una excelente manera de mantenerse en forma. No es ningún secreto que hacer ejercicio regularmente es importante para mantener su cuerpo en forma y sentirse joven. Viajar está lleno de oportunidades para moverte, al tiempo que disfrutas de una caminata o paseo en bicicleta por nuevos rincones. Viajar es la oportunidad de salir y estar activo en lugar de estar atrapado en un ciclo interminable de rutinas aburridas. Serás joven de espíritu y mente y lo reflejarás en tu cuerpo.