Un equipo SWAT que combate al Estado Islámico es la premisa de la nueva cinta de acción que está acaparando la atención en Netflix. Sin embargo, detrás de estas dos horas de drama bélico, hay mucho más que contar.
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De hecho, la película está inspirada en un reportaje de The New Yorker, escrito por Luke Mogelson, en el cual se relatan los esfuerzos del grupo por retomar el control en Mosul, una ciudad ubicada al norte de Irak.
Mosul, lo nuevo de Netflix
Matthew Michael Carnahan debuta en la dirección de un largometraje con esta pieza después acumular experiencia en la industria como guionista de los éxitos Guerra mundial Z y El precio de la verdad.
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Su inspiración la obtuvo del artículo original: «The desperate battle to destroy ISIS», por lo que intentó recrear en la gran pantalla el hecho que ocurrió hace cuatro años en el que el grupo de élite se enfrentó a la invansión del Estado Islámico.
El detonante de la trama sucede cuando el equipo SWAT logra intervenir para salvar a un joven policía kurdo de un ataque, así que se une al grupo del mayor Jasem.
Todos son víctimas o tienen familiares que lo fueron, así que recorren las calles de Mosul buscando venganza y alejar del territorio a los extremistas que permanezcan ahí.
Al lado de Carnahan, en la producción, están los hermanos Joe y Anthony Russo, encargados de darle vida a una de las películas más taquilleras de los últimos años: Avengers, Endgame.
La historia real
No obstante, pese a que su temática sea similar a otras propuestas que se han dramatizado, lo sorprendente, en este caso, es que verdaderamente ocurrió.
Corría 2014 cuando los territoristas invadieron a la tercera ciudad más poblada del país, ubicada junto al río Tigris, sometiendo a sus ciudadanos quienes decidieron no rebelarse ante ellos para evitar represalias después de cientos de muertos y heridos.
De hecho, era conocida como la capital del Califato gracias al severo orden que imponían en la localidad y sus habitantes que vivieron padeciendo ejecuciones públicas, lapidaciones, la esclavización de mujeres, la expulsión de los cristianos, escasez de alimentos, entre otros, relatados por El País.
Esto cambió dos años más tarde cuando apareció un grupo SWAT iraquí, que bajo sus propias órdenes, empezó a tomar la ley por su mano a lo largo de 10 meses, cobrando venganza por ser familiares de las víctimas de los militantes de ISIS.
En la misma lucha estuvieron «el ejército, la policía federal y la local, las tropas kurdas, y una coalición militar estadounidense, franceses y británicos», explicó la revista GQ, pero el escritor Luke Mogelson se centró en el particular grupo.
En la cinta se modificaron ciertos detalles, como por ejemplo, el nombre del general que lideró la cruzada llamado mayor Jasem en la ficción y teniente coronel Rayyan Abdelrazzak, en la vida real.
No obstante, otros aspectos como el asesinato del hermano de Kawa sí se dejaron tal cual como ocurrieron para demostrarle al público la crueldad que experimentó el pueblo iraquí.
En el artículo original, Mogelson escribe que en una ocasión le preguntó porqué guardaba el video en su teléfono a lo que él respondió: «si atrapo a alguien de ISIS, sé que recordaré las palabras del Profeta y temeré el castigo de Dios. Pero si miro este video, mi corazón se volverá como agua hirviendo y, aunque mi religión lo prohíba, tendré la fuerza para matarlo», aseguró la fuente.
Su valentía y entusiasmo por recuperar su propio territorio llamó la atención de la prensa internacional hasta que Netflix llevó sus historias a los hogares de millones de personas.
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