El presentador de noticias Joaquín López Dóriga causó gran controversia luego de publicar una fotografía de Tatiana Clouthier, secretaria de Economía de México en la que hace burla de su vestimenta.
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Todo comenzó cuando Clouthier asistió a una reunión con Gina Raimondo, titular del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Durante la jornada trató el tema de la implementación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y se dialogó sobre el relanzamiento del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN).
Lo que en términos políticos representa una oportunidad para profundizar la relación económica entre las dos naciones, terminó siendo objeto de burla en redes sociales por parte de quienes se enfocaron en la vestimenta de la Secretaria de Economía mexicana.
López Dóriga fue uno de los que se encargaron de alimentar la lluvia de memes y ataques.
“Que @tatclouthier se arregla y que se va a Washington”, escribió el periodista en su cuenta de Twitter.

A pesar de que poco después se disculpó, dejo abierto el debate en torno a lo que las mujeres enfrentamos cuando se trata de nuestra imagen. Además de que los internautas dieron muestra del clasismo y del machismo que impera en el país.
“Hoy hice este comentario y me equivoqué. Fue un error @tatclouthier te ofrezco mis disculpas. Y a quienes se sintieron ofendidos, también. Hay veces que uno la caga. Esta fue una de esas veces. Y apechugo”.
Algunos usuarios incluso llegaron a compararla con otras mujeres de la política en el país norteamericano como Kamala Harris, Michelle Obama Hilary Clinton y Jill Biden, actual Primera Dama de los Estados Unidos.
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Cuando los códigos de vestimenta perpetúan los estereotipos de género
Cuando se trata de la vestimenta que debemos usar en el lugar de trabajo, las mujeres tenemos que esforzarnos mucho más que los hombres que nos rodean.
Pareciera que los hombres siempre se salen con la suya sin importar lo que se pongan (o al menos no son tan señalados). Pero cuando se trata de una mujer, cualquier cosa será usada en su contra y la conversación en torno a su aspecto superará cualquiera de sus logros. Sucede en la industria del entretenimiento y en los negocios
Incluso cuando una lleva una vestimenta «adecuada», según los parámetros sociales, ésta termina siendo el foco de atención.

La sociedad siempre nos ha presionado con códigos de vestimenta y manuales de comportamiento que debemos seguir para ser consideradas «aptas».
Por lo general, se espera que las mujeres vistamos con faldas o vestidos rectos, trajes sastre a la medida, zapatos altos; maquillaje y pendientes y collares discretos para complementar. No debemos vernos demasiado simples ni tampoco demasiado ruidosas; debemos opinar, pero no demasiado.
Es momento de cambiar la forma en la que las mujeres somos percibidas en el mundo laboral y de los negocios. Dejemos atrás los señalamientos, las críticas y las comparaciones y concentrémonos en nuestras capacidades.
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